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La práctica había terminado, pero todo el tiempo Kageyama no le quitó los ojos de encima a Yamaguchi,  actuaba normal... ¿Acaso su beso era tan insignificante como para no provocar algún cambio?...sintió como todo su esfuerzo había sido un completo fracaso, bueno él sabía como seria todo desde el principio.

Caminó en silencio junto a los demás, se dirigían a la tienda de siempre... ¿Pero porque parecía distinto?

-Tsukishima...-Suga se acercó hasta el rubio-¿Dónde está Yamaguchi?

Estando sumergido en sus pensamientos no se dio cuenta de lo que estaba pasando ¡Su personaje secundario no estaba!, como dejó pasar ese pequeño gran detalle.

-Kageyama-Hitoka se acercó, y disminuyó su paso para quedarse más atrás que los demás-...Yamaguchi se fue antes-dijo en voz baja

-¿A dónde?-le susurró

-No lo sé, me dijo que tenía algo que hacer-sonrió-...pero si te vas ahora, seguro lo alcanzas

El rey se quedó pensando unos segundos y lentamente retrocedió, cuando notó que estaba lejos de los demás se largo a correr, Hitoka solo sonrío y estaba deseando que ellos dos se pudieran encontrar...después de lo que Kageyama le contó, ella no podía dejarlos solos...

Si fuera Yamaguchi... ¿Por dónde se iría? "Piensa Tobio, piensa" se decía a si mismo mientras corría, tenía una ligera corazonada así que solo la siguió, era en lo único que podía confiar.

Llegó hasta el desvió de la otra vez, un poco más adelante iba caminando el pecoso a un paso lleno de melancolía...inhalo aire y comenzó caminar hacia él.

-Yamaguchi...-el pecoso se giró, al ver a Kageyama entro en pánico-... ¡Estabas llorando!

-¿Eh?...no, ¡Claro que no!-afirmó con toda seguridad mientras el rey se seguía acercando cada vez más

-Entonces... ¿Por qué tienes esa expresión en tu...?

Como si se tratara de un ataque rápido, Kageyama atrapó sus manos y lo besó con toda seguridad...el pecoso retrocedió algunos pasos debido a la sorpresa del rápido beso, pero aún con eso no separaron.

Con sus labios unidos con los de Yamaguchi, Kageyama llegó hasta una pared y aprisiono al pecoso...si no presentaba forcejeo ¿Estaba bien no?

-Kageyama...-dijo una vez que se separaron-...no estaba llorando

-Eso no era lo que decía tu rostro-clavo su mirada en aquellos ojos llenos de nerviosismo-...te lo advertí

-Tu...-comenzó a reír, era una simple risa...pero se veía tan hermoso para los ojos de Kageyama-...te lo tomas muy en serio

-Ya te lo dije...-no quería, pero de todas maneras soltó sus manos-...tu confiaste en mi, ayudarte con esto es lo menos que puedo hacer

-¿Puedo abrazarte?...-el corazón de Kageyama latió frenético, abrió sus brazos para dejar un perfecto espacio para el pecoso...todo el cuerpo del rey se volvió cálido-...ya no lloraré más...así que no te preocupes...

El cabello del pecoso aparte de ser suave, tenía un olor maravilloso...a pesar de que solo fue un momento, aquella esencia quedo grabada en el mente de Kageyama...esa noche, Yamaguchi apareció en todos los sueños de Kageyama, en pocas palabras se adueño completamente del rey...

Así paso perfectamente una semana...y el pecoso había estado en lo cierto...no había intentado llorar ni nada por el estilo, Kageyama se sentía tranquilo, pero una parte oscura del se sentía frustrado...la única oportunidad que tenia para besar al pecoso había desaparecido...entonces...nunca le gustó ser besado por él... ¿Qué estaba diciendo?, Kageyama sabía que si no era Tsukishima sus besos no importaban...

Pero no se rendiría tal fácil, no después de haber probado la dulce droga de los labios de Yamaguchi, necesitaba más...quería más...

El rey estaba lavando sus manos, tenía que regresar al salón...un pequeño golpe lo sacó de su concentración...era Yamaguchi quien había chocado levemente con él.

-Lo siento Kageyama, no te vi-con una de sus manos se estaba restregando su ojo-...algo entró, realmente duele

El pecoso se quitó la mano, y se miró en el espejo. De tanto restregar su ojo había provocado que se le irritara y comenzara a lagrimear...Kageyama se acercó y lo besó...un pequeño y simple beso... ¿Qué?

-No estaba llorando Kageyama-sonrío el pecoso

-¡Lo lamento!-retrocedió nervioso-...lo hice inconscientemente

-Tranquilo, tranquilo...si es Kageyama está bien...-secó la lagrima que estaba a punto de salir-...te prometí que no te iba a preocupar

-Yamaguchi...yo...-el corazón del rey estaba a punto de explotar

-¿Tienes algo que hacer mañana?-...el rey se sorprendió al ser interrumpido, pero negó con la cabeza-...perdí una apuesta con Yachi-san y tengo que comprar algo para ella... ¿Podrías ir conmigo?

-¿Puedo ir?

-Claro...no tengo idea sobre que podría comprar, y espero que me puedas ayudar-sonrió

El corazón de Kageyama dejó de funcionar por exceso de aquella hermosa sonrisa, pero ese no era el momento para morir...definitivamente, no desperdiciaría esta nueva oportunidad.

definitivamente, no desperdiciaría esta nueva oportunidad

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Manos cálidas (KagexYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora