Clase de reconocimiento
Pasó los brazos alrededor del cuello de Siwon, queriendo que profundizara el beso. Abrió la boca para recibir su lengua. Esperó y esperó pero éste solo dio un paso atrás un par de segundos después.
—Nos vemos en la cena —dijo, mostrando sus hoyuelos en una sonrisa.
Donghae le respondió mientras lo veía ir hacia la puerta. Abrió, sacudió la mano, y cerró sin mirarlo más que lo normal, sin comérselo porque llevaba esos ajustados bóxer que tanto le gustaban a él. No sabía lo que Siwon pensaba de ellos porque nunca le había dicho nada. Pero, joder, le hacían un culo increíble.
Se cruzó de brazos indignado. Pues que se jodiera. Si no iba a disfrutarlo cuando bien podía haber tomado sus glúteos mientras lo besaba, él no se lo iba a rogar.
Frunció los labios. Suspiró y caminó hacia su habitación para vestirse. Menos mal que tenía a Hyukjae. Miró el reloj en su mesilla con el labio bajo los dientes. Las nueve y cuarto. Perfecto.
Abrió el armario de par en par, ignorando los trajes y las camisas de Siwon para buscar entre su ropa. Estaban en mayo, así que ya hacía calor sin necesidad de pensar en nada. Y eso era mucho mejor porque no se habría atrevido a vestir tan fresco en enero por mucho que luego fuera a terminar desnudo y sudado.
Jadeó. Cerró las piernas mientras se estiraba a por unos pantalones cualquiera. Cogió su mejor camiseta de tirantes y cerró dándole un golpe a la puerta con la cadera.
Se vistió tan rápido que terminó con los brazos estirados. Debía calmarse. Estaba ansioso. Era por una buena razón después de todo. No todos los días quedaba con alguien para eso. Ni siquiera debía estar haciéndolo.
Pero se pasó las manos por el pelo y metió un dedo en la anilla del llavero, haciéndolo girar mientras se ponía los auriculares y cogía el móvil.
Necesitaba hacerlo.
Se guardó las llaves en uno de los bolsillos de su pantalón después de cerrar la puerta. Eran dos pisos de escalera hacia abajo y veinte minutos caminando para llegar al apartamento de Hyukjae en Gangnam. Lo había visto muchas veces y aún le sorprendía solo el recordarlo.
Hyukjae era publicista, así que tenía mucho dinero. También estaba muy bueno y era propietario de un carácter más que sociable. Y eso hacía que casi siempre se topara con un sujetador o unos bóxer desconocidos en algún rincón de ese piso sin más puertas que las del baño.
El móvil vibró contra su pierna de repente a mitad de camino. Lo sacó rápidamente, deseando que no fuera Siwon. La cara de Hyukjae sonriendo cuando tenía diecisiete años apareció en la pantalla. Sonriendo, deslizó el dedo por ella.
Lo único que había cambiado era el color de su pelo. De negro había pasado a ser rojizo. Aunque también lo había visto rubio, morado, blanco, rosa; Hyukjae adoraba teñirse. Todos los colores le quedaban bien, así que Donghae nunca se había quejado por ello.
—¿Por dónde vas?
Miró a su alrededor. Ya estaba en Gangnam, pero no sabía exactamente cómo explicarle dónde. Siguió caminando hacia lo que él recordaba como el camino correcto y esperó no perderse. Era la primera vez que iba solo.
—Podrías haber venido a recogerme.
—Solo he oído "cogerme". Pero sí, estoy de acuerdo con lo que sea.
Estuvo por poner los ojos en blanco hasta que se recordó a sí mismo que era exactamente eso lo que quería. Rió, conociendo perfectamente la mentalidad de Hyukjae y su facilidad para relacionarlo absolutamente todo con el sexo.
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Poca ropa [EunHae +18]
Hayran KurguSiwon no satisface sexualmente a Donghae. Así que Hyukjae decide ayudar a su mejor amigo enseñándole cómo provocarlo, cómo hacer que el santo de su novio desee empotrarlo y abandonar el misionero. Y también cómo ser follado de forma insaciable, cla...