Cita II

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El lugar fue tan hermoso, jamás había visto algo así.

Se encontraban en una terraza, todas sus paredes eran de cristal. A través de los cristales se veía el esplendor de la luna llena que había en ese momento y toda la ciudad de Tokio.

En el centro se encontraba una mesa para dos personas, toda estaba adornado por rosas, gardenias y velas. Se escuchaba música de fondo, aunque no supe de dónde provenía.

—Todo es tan hermoso— una gran sonrisa se dibujó en sus labios..

Seijūrō se aproximó, coloco su frente junta a la suya —Me alegra que te haya gustado— dijo y procedió a darme un casto beso.

—Vamos— sujetó mi mano. Tomo el respaldo de la silla y me ayudo a sentarme. Cuando él estaba sentándose se escuchó el ding del elevador y llegaron varias personas.

—Buenas noches— dijo un joven y comenzó a servir. Todo se veía realmente exquisito, tan apetecible, comieron en un cómodo silencio con miradas sutiles de amor.

Al final disfrutaban de un espléndido postre de chocolate. Seijūrō ya había terminado y yo aún seguía con el postre.

Sonrió al ver su semblante —Gracias— dije y agarre su mano, dándole un suave apretón. Seijūrō respondió al toque.

—De nada...... Realmente estoy feliz por todo lo que sucedió hoy.— colocó la palma de mi mano sobre la sonrojada mejilla de su novio —Gracias por enamorarte de mi y aceptar ser mi novio. Sé que será difícil por la distancia, pero lo lograremos.

—Re-Realmente no creí posible que te enamoraras de mí. Pues.... Soy tímido y bastante torpe, yo me enamorarme de ti el día que nos encontramos con Niguo. Pensé que estaba mal, pues eres un chico al igual que yo. Y más aún temía que me rechazaras, decidí guardar estos sentimientos— comenzaba a llorar un poco — Sé que será difícil, pero como dices lo lograremos. No sé qué pueda suceder en un futuro cercano, pero.... Voy a estar contigo pase lo pase, porqué te amo Seijūrō-kun.

Seijūrō no podía apartar sus ojos de Kōki tras tal declaración. Se levantó de la mesa y se arrodilló hasta quedar a su altura. —Lo sé y gracias por amarme. También me sucedió lo mismo, tenía miedo de que me rechazaras, y se acabara lo que teníamos. Pero no importa lo que pase estaré allí para ti y nuestro amor.

Juntaron sus frentes y se besaron.

De pronto se escuchó un ding y nos separamos. El joven debió leer el ambiente ya que se disculpó —Lamento la interrupción— dijo algo apenado.

—No se preocupe. Ya nos retiramos, diga a su jefe que espero el e-mail— dijo Seijūrō.

—Sí, Akashi-sama. — con una pequeña sonrisa.

Kōki se cuestionó que e—mail. Ambos abordaron el elevador tomado se de la mano. —Iremos a casa hoy... ha sido un día largo— comento Seijūrō. Pronto se encontraban esperando el auto, subieron y aun sin decir nada.

Kōki estaba repasando lo que sucedió en su mente —waaa tengo novio, mi madre estará feliz— pensó el castaño. De pronto un le paso por la mente su madre. —Mi madre.... Mi madre me va a matar— dijo exaltando a Seijūrō y al chofer, este dio un casi choca por el susto.

—Calma— respondió.

—No puedo. Nunca le avise a mi madre que llegaría tarde. Me va a matar.— dijo nervioso.

—No te preocupes. Ella sabe que estás conmigo— dijo con suficiencia.

—¿Cómo? ¿Cuándo?— pregunto con los ojos muy abiertos.

—Le hable cuando estabas bañándote.

—Pero ¿Cómo? Nunca te di el número.

—Bueno. En realidad eso fue hace un mes. ¿Recuerdas cuando fui a tú casa?

—Sí.

—Bueno, ese día...

Un Chihuahua sin suerte... O eso creía    -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora