Un Chihuahua sin suerte... O eso creía -Editando-

Emperatriz

PV Kōki

En Tokio suena una alarma y el castaño estira su mano para apagar la, se levanta y toma un baño. Baja a desayunar —Buen día, ¿papá y nii-san?

—Buen día, cariño. Ellos ya salieron— colocó el desayuno frente a su hijo.

—Gracias mamá— respondió Kōki. Comenzó su desayuno, iba por la mitad cuando su madre lo interrumpió.

—.... y bien, ¿Qué paso con Akashi-kun?

— y...yo...— tartamudeo y no pudo evitar sonrojarse.

—¿Ya son novios?— su hijo asintió —¿Cómo paso?

Le contó casi todo. A excepción de que iba estaba por ser devorado cuando Reo los interrumpió.
Termino su desayuno y se dirigió a Seirin, en el trayecto aprovechó para colocarse los audífonos y escuchar su música favorita.

Distraído, pensando en lo que había pasado y escuchado música, llegó a la escuela. Se dirigió al salón de clases sin notar las miradas sobre su persona; al quitarse los audífonos escuchaba murmullos y se le quedaban mirando. Buscó a su amigo Fukuda —¿Qué pasa? ¿Por qué me miran?

—Más tarde te digo. No les prestes atención.

Así pasaron todas las clases, la situación lo estaba incomodando. Al final de ellas, nos dirigimos al gimnasio, pero aun así en el trayecto seguían viéndome y murmurando.

Los chicos ya estaban en el gimnasio, y cuando entre me bombardearon de preguntas. Estaba en shock,ya que no había recordado que ellos fueron testigos del besó con Seijūrō.

—¡YA BASTA! SI... ME GUSTA SE...AKASHI-kun Y ES MI NOVIO!— grito para que dejaran de preguntar.

Todo el equipo se quedaron callados y segundos después se escucharon gritos 'kyaaaa' 'es verdad' 'Emperatriz'. No había notado que había sido seguido por otras personas de la escuela. Riko se salio de sus casillas y corrió a los intrusos.

— ¿Emperatriz?— fue lo único que pudo emitir. Estaba templando, tenía un mal presentimiento.

—Bueno.... Verás el viernes, después lo que paso, no notamos que había gente aquí. Así que algunos presenciaron lo que paso....y pues....toda la escuela sabe lo del besó con Akashi... y algunos los vieron tomados de la mano a la hora de salir de Seirin..... Y pues.... Te apodaron emperatriz— dijo Hyuga.

—Oh Dios— todo se volvió negro.

A partir de ese día, el trato de compañeros y maestros hacia él cambio.

PV Seijūrō

Se había levando de muy buen humor, todos en la casa habían notado eso los últimos días.

Había desayunado tranquilamente y de vez en cuando sus pensamientos se dirigían a Kōki. Se dirigió a Rakuzan con una pequeña sonrisa en su rostro. Llego puntual como siempre, pero sentía que lo miraban de más. Los ignoro, se dirigió al salón de clases y paso lo mismo. Eso lo estaba molestando.

Era la hora del almuerzo y se dirigió al lugar habitual, ya se encontraban todos allí. Pero se veían tensos, los que estaban en la cafetería se le quedaban mirando. Una chica lo vio y se soltó a llorar. Reo movía sus manos y no miraba directamente a Seijūrō. Una vez que se sentó, pregunto en un tono de voz alerta —y bien... ¿Qué está pasando?

Nadie hablaba, Nebuya seguía comiendo. Kōtaro miraba hacia otros lados y Chihiro no despegaba la vista del libro. Preguntó en tono molesto —¿Qué pasa?

Chihiro decidió hablar y bajo su libro para mirarlo directamente — Hoy cuando llegue, muchas personas me preguntaron si era verdad que tenía NOVIA...como lo supieron... Lo desconozco, pero no respondí.—. Reo intervino.

—Nosotros no dijimos nada. A mi también me preguntaron, tampoco dije nada. Lo mismo paso con Eiki-chan y Kōta-chan—dijo reo nervioso. Los mencionados nada más asintieron.

—Los únicos que saben son los demás que estuvieron presentes y el entrenador. Supongo que fueron ellos.— dijo enojado. Busco con la mirada a los chicos y los fulminó, estos soló temblaron.

Reo volvió hablar —Algo más.... A tú 'novia' lo llamaron emperatriz.

Para sorpresa de todos en la mesa y los que estaban escuchando la plática Akashi Seijūrō rio.

—Sería mejor que Kō no se entere de esto.... Se pondrá de mal humor.— dijo riendo. Los titulares entendieron, si Furihata se enteraba era capaz de dejar a Akashi-san y/o desmayarse.

Todos habían quedado anonadados pues nunca habían visto reír al emperador, y había dicho Kō.... Desde ese día se decía que la emperatriz Kō debería ser alguien absoluta mente perfecta para poder cambiar a Akashi Seijūrō así.

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