Un viaje al centro de tu Corazón

Parte 5 "Otra Oportunidad"

"SI VIVIMOS POR EL ESPÍRITU, ANDEMOS TAMBIÉN POR EL ESPÍRITU. NO NOS HAGAMOS VANAGLORIOSOS, IRRITÁNDONOS UNOS A OTROS, ENVIDIÁNDONOS UNOS A OTROS. HERMANOS, SI ALGUNO FUERE SORPRENDIDO EN ALGUNA FALTA, VOSOTROS QUE SOIS ESPIRITUALES, RESTAURADLE CON ESPÍRITU DE MANSEDUMBRE, CONSIDERÁNDOTE A TI MISMO, NO SEA QUE TÚ TAMBIÉN SEAS TENTADO. SOBRELLEVAD LOS UNOS LAS CARGAS DE LOS OTROS, Y CUMPLID ASÍ LA LEY DE CRISTO". (Gálatas 5. 25-26; 6. 1-2).

       "Le perdono pero entre nosotros ya no puede ser igual que antes"...

       Sin duda lo hemos escuchado, si es que nosotros mismos ya no lo hemos usado. Pensaste si Dios nos dijera: -"Bueno _ _ _ _ _ _ _ _ _ (pon aquí tu nombre), ciertamente dije que todo lo que me pidas en el nombre de Jesús te lo daría, pero lo que hiciste ya es demasiado y después de esto no te escucharé de la misma manera nunca más". A esto, a veces respondemos aquella escueta y pobre frase: Sí, pero Él es Dios. Más claro no pudo ser Jesús cuando nos enseñaba el modelo de oración al decir: "Perdona mis pecados ASÍ COMO YO perdono".

       Leyendo Gálatas 5.25 y 6.2, la Palabra nos enseña que si decimos ser espirituales actuemos como tales. Lejos de serlo está la persona que pasa el tiempo juzgando y condenando a los demás, al sistema de trabajo, a los líderes, etc., esto es vanagloria, jactancia, es envanecerse al respecto a los demás, lo que solamente produce es envidia e irritación en su entorno. Seamos más bien de estímulo, con nuestras palabras y acciones hacia las buenas obras y a amarnos unos a otros (Hechos 10.24), esto produce tremenda y sana atracción.

       Aún si sorprendiera a mi hermano en alguna falta o pecado, mi actitud debiera ser tan cuidadosa considerando que a mí mismo me pudiera suceder y cómo quisiera sentirme amado en una circunstancia similar. Si somos espirituales, toda acción deber ser en amor, camino a la restauración total. Jesús no vino a condenar, cuando menos nosotros.

       En esto definitivamente se resume la "Ley de Cristo" que es amar a Dios por sobre todas las cosas y a mi prójimo como a mí mismo.

       Cuando te reúnes con otros, ¿Es tu costumbre hablar negativamente de las personas y las cosas? ¿Hay alguna persona a quien has dicho que perdonabas pero la relación quedó dañada?

       CONÉCTATE CON DIOS: Dios, tú me perdonaste sin merecerlo y ciertamente te olvidaste de mi transgresión, por eso hoy decido perdonar totalmente y sin condiciones a: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _. Te pido perdón si he juzgado a mis líderes, hermanos, la obra o: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _. Tú lo conoces todo y serás tú quien probarás todas las cosas por fuego. Reconozco que mi actitud no ha causado ningún bien sino solamente división y desánimo. ¡Perdóname! Ayúdame Espíritu Santo a callar cuando soy tentado y dame palabras de ánimo y usa mi boca para lo que quieras decir. En el nombre de Jesús te pido escuches mi oración. Amén.

F.O.