Parte 5 "Vencer al Mal con el Bien"

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"ASÍ QUE, SI TU ENEMIGO TUVIERE HAMBRE, DALE DE COMER; SI TUVIERE SED, DALE DE BEBER; PUES HACIENDO ESTO, ASCUAS DE FUEGO AMONTONARÁS SOBRE SU CABEZA. NO SEAS VENCIDO DE LO MALO, SINO VENCE CON EL BIEN EL MAL." (Romanos 12.20-21)

"Devolver mal por bien es actuar como un demonio. Devolver mal por mal es actuar como una bestia. Devolver bien por bien es actual como los hombres. Pero devolver Bien por Mal es actuar con Dios". (John Angell James)

       No queremos pretender que esto sea fácil. Es sumamente difícil devolver Bien por Mal, especialmente cuando el daño que nos han causado es grave o permanente. En ocasiones recibimos golpes que nos marcan para toda la vida. El consejo de la Palabra de Dios es hacer el bien a quien nos hace mal. Pero no es eso tonto? No suena masoquista? NO!. La Palabra no está sugiriéndonos que debemos encontrar placer en el sufrimiento que otros nos causen, más bien nos está enseñando un principio básico que haremos bien en entender: No podemos vencer el Mal con el Mal.
       Es interesante que antes de decir "Vencer con el bien el mal", el apóstol Pablo hace una advertencia: "No seas vencido de lo malo". Qué está diciendo Pablo exactamente? Me gusta cómo lo explica el pastor John Piper: "Viviendo el contexto, la frase viene justo después de decir: 'haz bien a tu enemigo'. Creo que él quiere decir 'no permitas que la hostilidad de tu enemigo produzca hostilidad en ti. Al contrario, deja que tu amor triunfe sobre su hostilidad'. 'No seas vencido de lo malo' significa 'no seas vencido por el mal de tu adversario'. No permitas que la maldad de la otra persona te haga malvado a ti. Oh, cuán cruel es eso!".
       Cuando permitimos que el daño o la ofensa que nos causó la otra persona gobierne nuestras emociones para que nuestra propia ira pecaminosa, amargura o depresión se deba al mal que nos hizo, entonces nosotros estamos siendo vencidos por lo malo. Y Pablo dice: "No tienen que ser vencidos de esa manera". Él está tratando aquí la pura mentalidad de víctima que es común en nuestros días: gente que siente o hace cosas malas y luego culpa a la maldad de otros. Cuán a menudo nos permitimos ser vencidos por la maldad de otros para también hacer el mal, y entonces culpamos a la otra persona.
       Pero Pablo dice, "No seas vencido de lo malo". No permitas que la maldad de la otra persona provoque en ti malos pensamientos o malas actitudes o malas obras. No le des ese tipo de poder. No tienes que hacerlo, porque Cristo es tu Rey, tu líder, tu ejemplo, tu tesoro. Cristo es quien gobierna tu vida, no quienes te hacen el mal. Cuando alguien te hace algún mal. deberías decir: "esta persona no es mi señor. No le daré el control de mí. No tendré mis actitudes, pensamientos y acciones dictados por su maldad. Cristo es quien determina mis actitudes, pensamientos y acciones".
       Y ahora sí estarás listo para "Actuar como Dios", es decir, hacer el bien a quien te hace el mal. Comienza orando por esa persona que te hizo daño. Luego busca alguna necesidad que ella tenga y haz algo para satisfacerla, asegúrandote de tener un corazón sincero y desinteresado al hacerlo.

Estoy guardando rencor o sentimientos de venganza contra alguien que me ha hecho daño? He permitido que mis sentimientos y actitudes sean dictados por la maldad de otros?

       El desafío más grande que enfrentamos cuando alguien nos hace algo malo, es negarle a la maldad de esa persona la autoridad sobre nuestras emociones, pensamientos y actitudes. Pensemos en Jesús en la cruz. Somos discípulos de Aquel que dio su vida por sus enemigos.

CONÉCTATE CON DIOS: Señor Jesús, te doy gracias porque Tú venciste mi maldad haciéndome el bien a través de tu sacrificio en la Cruz. Trabaja en mi corazón y dame tu carácter. Ayúdame a perdonar a quienes me hacen el mal y guárdame de ser controlado por su maldad. Tú, Señor, eres quien dicta mis pensamientos y acciones. Amén.

F.S.

Un viaje al centro de tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora