CAPÍTULO 1:Callejón Diagon y expreso Hogwarts.

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Mi madre me lleva al Callejón Diagon, compramos mi uniforme, tinta, plumas, pergaminos y libros, decidimos dejar la varita para el final.
Nos dirigimos a Ollivander, al entrar nos recibe con una gran sonrisa el Señor Ollivander.
-Señorita Pratt, esperaba que viniera pronto- dice mientras iba a buscar algunas cajas de varitas al fondo de la tienda, me extendio aproximadamente 4 varitas, con las cuales hice desastres -¿Qué le parece probar esta? 28 centímetros, bastante flexible, nucleo de pelo de unicornio.
Tomo la varita la cual al instante empieza a irradiar rayos de luz dorados, definitivamente esa varita me habia elegido, le pagamos los 7 galeones al señor Ollivander y salimos de la tienda.
Nos dirigimos a las chimeneas para volver por polvos Flu a la manción.
Los dias siguientes los use para leer los libros y ordenar mi baul, una semana más tarde iria a Hogwarts.
La noche anterior a irme cene con mis padres, nuestro elfo Tim, preparó un exquisito banquete, de ese modo comi hasta no poder más.
A las 10 de la noche me acosté, para quedar profundamente dormida pensando en el maravilloso año que tendre.
A la mañana siguiente mi padre me despierta con una bandeja de desayuno, café con leche y tostadas, decido ponerme un jean y un buzo negro, fuimos en el auto muggle que tiene mi padre para estas ocasiones, llegamos a King Cross a las 10:45 a.m, nos dirigimos al pilar entre los andenes 9 y 10, nos cercioramos de que no nos viera ningún muggle y atravesamos el pilar entrando al anden 9 3/4, cuando faltaban 5 minutos para que el expreso Hogwarts partiera, me despido de mis padres, ellos me dan muchísimas indicaciones, como comportarme, cumplir con mis deberes, no meterme en problemas y lo que mas me alienta, diciendome que seré una bruja excelente esté en la casa que esté.

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