Diez

1.3K 101 14
                                    

-Lo-Lo-Lo siento.- senti mis mejillas arder. Un hombre de mas o menos 65 años me miraba con una sonrisa en su rostro.-

-Esta es la señorita de la que me has hablado Dylan?.- dijo el anciano con un acento ruso.-

-Si Morgan, ella es Nina.- me levante rapidamente y dirigi mi mirada hacia el hombre ruso.-

-Un placer.-dijo tomando mi mano y besandola. Me dio algo de asco asi que limpie mi mano en la camisa sin que se dieran cuenta.-

-Por lo visto tienes un muy buen gusto en mujeres O'Brien.-dijo uno que estaba sentado con un cigarrillo en su boca. Tiro el humo hacia mi, lo que me provoco toser.-

-Puedes retirarte Nina. Estamos en una reunion de negocios.-

-Dejala que se quede.-dijo el ruso
- no hace daño alguno.-

-Morgan,callate. Nina obedece.- desde cuando me trata como un animal? Sin decir palabra alguna, sali de la sala, y me dirigi hacia la cocina, donde se encontraban las empleadas.

Nada mas aburrido que estar sentada en una silla viendo como cocinan.

-Desea algo señorita?.-dijo una joven de mas o menos mi edad. Cabellos oscuros, ojos color cafe y muy lindas facciones.

-Porque me dices señorita? Si tenemos la misma edad. Dime Nina.-estreche mi mano.-

-Soy Kendall.-dijo en un susurro casi inaudible.-

-Perdon que dijiste?

-Soy Kendall.

-Un placer conocerte.

-Claro.-dijo seca.-

-Te sucede algo?

-Nina.-dijo una voz conocida que estaba detras de mi. Mi corazon salto, y me voltee torpemente. Dylan con su cabello mojado y sus ojos mieles mas intensos que nunca.-

-Si?.-dije nerviosa.-

-Acompañame a mi cuarto por favor.-Kendall quedo boquiabierta y unas pequeñas lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos.-

-Porque lloras?.- me dirigi hacia Kendall ignorando por completo a la orden de Dylan.-

-Dejala.-interrumpio.- Asi es de sentimental.- tomo mi mano y me llevo hacia su habitacion. Me sente en la punta de la cama mientras el cerraba la puerta con llave.

-P-P-Pasa algo?.-tartamudee con miedo.-

-Como sabras, voy a ser tu tutor hasta que te recuperes de tu enfermedad.

-Que por cierto no me has contado sobre ese tema.-interrumpi.-

-Las dudas y preguntas para el final. Gracias. En fin, sabes que viviras en MI casa.-hizo enfasis en Mi.- y como en todo lugar, existen reglas que no debes romper.-sus ojos miel se intensificaban aun mas, lo que me provocaba algo de miedo y deseo a la vez. Su cabello mojado y despeinado hacia que mi corazon se acelerara cada dos por tres. Mire detalladamente todo su rostro,admirando cada lunar y cada expresion que el hacia. Me hacia estremecer.- La primera es, no debes bajar de tu habitacion hasta que yo te lo diga. Las empleadas traeran tu desayuno. Segundo, no quiero que vuelvas a hacer contacto con las empleadas. Ni hablar con ellas, menos con Kendall. Solo preguntas basicas como ¿Donde esta el baño? O ¿Puedes hacerme un jugo de naranja?. La tercera, no quiero que espies mis conversaciones con otros. No es de una mujer hacer esas cosas. Las miradas y los gestos irrespetuosos, guardatelos. Alguna pregunta?.-

-Pues si, ¿Que es lo que tengo? ¿Porque no puedo hablar con las empleadas especialmente con Kendall? ¿Me vas a castigar si es que no cumplo con esas reglas?

-Primero que nada, tienes anemia por desnutricion. No tienes globulos rojos, y tu sangre no esta muy bien del todo. Al ver que a tu hermano no le interesas, decidi ofrecerme para cuidarte. Tienes los medios, y soy demasiado responsable.

-Y porque no puedo hablar con Kendall? Ni con las empleadas?

-Porque no.-dijo cortante.- No quiero que hables con ellas. Y punto.

-Y que hay de las miradas y los gestos que segun para ti son irrespetuosos?

-Odio que me pongan los ojos en blanco,me hacen sentir estupido. Yo se que no haras eso.

-Claro. Y me vas a castigar si es que incumplo algunas de tus reglas?.-dije con un tono de burla.-

-Pues si.-dijo serio.-

El Dia Que Me Quieras - Novela de Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora