Doce

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Nina

Frote mis ojos y mire hacia todos lados. Senti que alguien estuvo aqui y me ha dado un beso en los labios.

Dylan....

Baje las escaleras y fui hacia el despacho de Dylan. Pero no estaba. Frunci el ceño y volvi por la cocina

-Viste a Dylan?.-pregunte a Kendall quien estaba limpiando las alacenas. Antes de que contestara, alguien se adelanto.-

-Me buscabas?.- y ese alguien era Dylan. Voltee y estaba con sus pantalones de jeans y su torso desnudo. Una pequeña electricidad recorria todo mi cuerpo cuando el me miraba de esa forma. Con esos ojos mieles que me hipnotizaban.

-Necesito hablar contigo.-dije nerviosa.-

-Claro, Kendall.-dijo mirandola.- Largo.- hizo una seña para que se fuera. Ella automaticamente dejo de limpiar y se fue,como un robot.-

-Porque tratas asi a Kendall? Te das cuenta que es una persona?

-Y?.- dijo enarcando una ceja.-

-Y?.-dije alzando las dos cejas.- Que a las personas se las trata con respeto, a pesar de que no las conozcas, que acaso tus padres no te enseñaron modales?.-dije molesta.-

Pero no se lo tomo del nada bien... Comenzo a apretar los puños y sus ojos mieles comenzaron a brillar intensamente y una cicatriz horrible comenzo a aparecer en su cuello. Horrorizada me aleje de el, con una expresion temerosa en mi rostro. Que demonios...? Cuando me miro, comenzo a tranquilizarse y cerro los ojos por un momento, contando hasta 10. Y yo aqui aun sin entender que era lo que habia sucedido.

-Mira.-articulo.- Yo trato a quien quiera, como yo quiera.-hizo enfasis en yo.- Y nadie va a cambiar eso. Ni siquiera tu.-dijo seco. Como este chico pasa de tratarme bien a ser un desubicado conmigo?.-

-Eres peor que mi madre.-susurre.-

-Y que me ibas a decir?.- dijo ignorando completamente mi comentario.-

-Alguien mas estuvo en mi habitacion?.- cruce los brazos y enarque una ceja. El comenzo a reir, que sin duda, era la risa mas linda que habia escuchado en todos estos años.-

-Tu habitacion?.-volvio a reir.- Te recuerdo que es NUESTRA habitacion.- hizo enfasis en nuestra.- Ademas tenia que sacar unos papeles de alli y me fui de ahi lo mas rapido para no despertarte.-

-Y-Y entonces quien...?

-Mira, si vas a acusarme de algo, por favor, ten pruebas.- esbozo una sonrisa.- Ahora si me disculpas, ire a ducharme.- me quede viendole cuando se iba, hasta que el volteo a verme, sus ojos estaban brillando otra vez, guiño un ojo y siguio su rumbo hacia la ducha.

De seguro estoy loca. Desde que he llegado aqui, han pasado cosas raras. Como por ejemplo, Kendall y su actitud atemorizante y su pregunta que aun me deja en que pensar. El porque de los ojos brillosos de Dylan y su cicatriz en el cuello. Acaso era un monstruo? En que lio te has metido Nina...

Busque un telefono para marcar el numero de casa. Pero ha sido todo en vano.

Hola, estas llamando a la residencia de Miss Elizabeth, sino atiendo, estoy en asuntos muy importantes. Adios

Diablos, hasta su voz sonaba horrible en el telefono. Mordi mi labio inferior para tratar de recordar el numero de Francisco. Pero su recuerdo de sus ojos me detuvieron por completo.

Comence a pararme lentamente sin que mi cerebro lo ordenara y me dirigia hacia las escaleras. No lograba controlar mis movimientos, hasta que por error cai encima de alguien.

-Wow, ahora tu irrumpes habitaciones.- desperte y mire a Dylan, quien estaba a unos centimetros de mi con sus ojos sobrenaturales.

-Alejate de mi.- me levante bruscamente.-

-Tu llegaste a mi.-dijo encogiendose de hombros. Puse los ojos en blanco y me sente en el pequeño sillon.-

-Que acabas de hacer?.-dijo con tono amenzante y ahi es cuando cai en mi error. Le habia puesto los ojos en blanco, cosa que le hacian sentir estupido. Cerre los ojos, mordiendo mi labio inferior, lamentandome de lo que habia hecho.-

-Lo siento, yo no queria.- dije nerviosa.-

-Sabes lo que pasara ahora?.-sonrio picaramente.-

-Me castigaras con vaya a saber que. No me lastimes por favor.- dije en tono suplicante.-

-Por ser tu primera vez no voy a torturarte.- respire aliviada.- Pero tendras que bailar para mi.

-Que?!.-exclame.- No puedes!.-

-Claro que puedo, soy tu tutor lo recuerdas? Puedo hacer lo que yo quiera contigo.- dijo sentandose en el otro sillon.-

-No, no y no. Piensas de que tengo cara de puta mal viviente?.-dije molesta.-

-Tu te quejas, mas tiempo bailaras.-dijo mirando sus uñas. Puse los ojos en blanco sin que se diera cuenta y acomode mi cabello.-

-Bien lo hare.- dije por vencida.-

-Usaras esto, para que disfrute mas.- me lanzo una pequeña caja con el nombre "Victoria Secret" en la caja. Un conjunto de lenceria que usaban las prostitutas cuando era su hora de trabajar.

-Pero...

-30 minutos y contando Tic, toc.- cerre mis ojos con fuerza y fui hacia el baño a vestirme.

Ya frente a el, comence a mirar mi atuendo, y luego lo mire a el quien me miraba de arriba hacia abajo.

-No se bailar.-dije en mi defensa.-

-Te he visto hacerlo cuando eras mas pequeña. Vamos.- dijo alentandome. Acaso escuche bien? El espiandome?.-

Comence a menear mi cadera de un lado a otro, como lo hacian las desnudistas del bar de Joe. Que se note que observo sus movimientos.

Intente hacer un movimiento profesional, pero sin querer,tropeze con sus zapatillas. Que idiota soy.

Me pare rapidamente y volvi a hacerlo de nuevo, pero con mas sensualidad. Jamas me vi haciendo esto. Parecia mi madre, pero con 20 años menos
Ya dejandolo estupefacto, me acerque a el y me sente en su regazo y acaricie su cabello sedoso, tal como lo imaginaba. Acaricie su cuello y lo atraje hacia mi, de forma que queria besarle. Lo deseaba tanto. El me agarro de los muslos y comenzo a acariciarme suavemente,provocandome una sensacion placentera.

-Te deseo.-dijimos al unisono. Y pude sentir sus labios en los mios, esos labios calidos que habia sentido hace unas horas atras.

El Dia Que Me Quieras - Novela de Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora