Nueve

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Me desperte en una habitacion que no era la del hospital. En donde estoy? Mire hacia todos lados. Una habitacion con una television enorme frente a mi, una mesita de luz con una lampara y un cuadro que estaba al costado de mi. Mi corazon comenzo a latir rapidamente, cuando alguien abrio la puerta. 

-Ya has despertado.-dijo Dylan con una bandeja que tenia comida.- 

-Donde estamos?.-dije asustada.- 

-Mi casa.-dijo esbozando una sonrisa.- 

-Acaso ya me dieron el alta? 

-Si, estabas profundamente dormida, que se me fue imposible despertarte. Te cargue y te traje aqui.- levante la sabana y pude ver que estaba con una camisa leñadora y mis piernas estaban desnudas. Dirigí mi mirada hacia Dylan, que se me quedo viendo.-

-Tuvimos...

-No claro que no. Mi madrina te ha vestido. Al ver que tu ropa estaba algo sucia, te preste mi camisa. 

-Gracias.-dije fría.- 

-Te traje algo para que comieras.- mire el plato. Una hamburguesa de doble queso, papas fritas,  con una gaseosa extra grande y un helado de chocolate. Agarre la hamburguesa y comí desenfrenadamente.- Esta tarde iremos de compras si quieres.- 

-Claro.- dije con la boca llena.-

-Tengo que hacer cosas, asi que disfruta de tu almuerzo.- 

-Gracias.-dije otra vez con la boca llena. Por dios que riquísimo esta esto.- 

Una vez que termine de comer, le eche un vistazo a la habitacion que estaba al lado del baño. Me acerque a ella y toque. Pero nadie atendia. Mire el picaporte y lo gire. Al parecer era un closet. Zapatillas, zapatos de todo tipo, ordenados perfectamente. Camisas, remeras, jeans cada uno en su lugar. Si que era bastante ordenado. Entre al baño, y decidi ducharme. Entre al closet otra vez, y cogi unos jeans, una camisa leñadora, y busque unas converse negras, pero eran talle 40. Me mire al espejo, y era enorme. 

Busque una tijera, y comence por el pantalon. Lo corte hasta que quedara como un short. La camisa decidi cortarla hasta la cadera, subi las mangas hasta la mitad del brazo. Me meti de vuelta al closet y busque algo comodo para los pies. Solo encontre unas vans negras de talle 36. Perfecto. 

Abri la puerta y me quede estatica ya que era un pasillo bastante grande con muchisimas habitaciones. Escuchaba risas y voces de hombres que hablaban. Al parecer provenian de abajo. Baje detenidamente las escaleras acercandome mas al lugar donde se encontraban. 

-Busca algo señorita Pines?.-voltee y era una empleada con un plumero en la mano.- 

-Buscaba a Dylan, sabes donde esta?

-En su despacho señorita. 

-Gracias.-dije esbozando una sonrisa. Pero me detuve ya que ni sabia donde estaba el despacho.- Sabes donde esta? 

-Esta en la segunda puerta a la derecha señorita. 

-Gracias.- fui hacia donde me indico la empleada y me detuve en una puerta entre abierta. Acerque mi ojo hacia el pequeño espacio, y mire a Dylan que estaba riendo. Me detuve en su sonrisa, que era perfecta. Como el. 

De pronto sin darme cuenta, tropeze con el cordon de las zapatillas, abriendo la puerta completo y dejandome ver por esas personas, y Dylan, que estaba viendome fijamente, asombrado. 

El Dia Que Me Quieras - Novela de Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora