Veintinueve

1K 67 4
                                    

  ¿Qué pasa si escapamos? 

¿Qué pasa si somos difíciles de encontrar?

¿Qué pasa si perdemos la cabeza?   

¿Qué pasa si cerramos los ojos?

 Dia 3

Me encontraba en la cocina con la madrina de Dylan, la odiosa vieja Carrie. Cada vez que hablaba o me agredia de una manera sutil, me daban ganas de golpearle la cara con ese pequeño baston que llevaba. De pronto comence a sentir pasos que bajaban por la escalera, y vimos que Dylan estaba recostado en el marco de la puerta. Abri mis ojos como platos, y sonrei de oreja a oreja al verlo.

-Mujer insignificante.-dijo con esa voz grave que me habia insultado la otra noche. Maldito demonio.- 

-Dylan que sorpresa! Despertaste!.-dijo.- 

-Hazte a un lado, no me dejas a ver a la muchacha.- fijo su mirada en mi, esos ojos que me provocaban un cosquilleo en todo mi cuerpo. Baje mi mirada y fui hacia la puerta principal, queria irme en este instante. No queria verle, ni escucharle decir sus groserias, ni tampoco tocarle, no al que arruino la vida de mi primer amor. 

Busque en cada lado, a alguien que supiera sobre exorcismos, o algo que tenga relacion con los demonios, ya no soportaba ver asi a Dylan.Por suerte encontre a alguien que me dijo sobre una casa, llena de cruces, y agua bendita por doquier. No era dificil encontrar la casa, ya que era la unica anormal de todas. 

Estaba frente a la puerta, y sin mas que esperar toque el timbre. Mire hacia mi derecha y vi un cartel que decia "Toca el agua bendita antes de entrar". Frunci el ceño y toque el agua e hice una pequeña cruz en mi frente como los catolicos hacian. Una señora de unos 45 años salio a la puerta. Era ojerosa y tenia una cruz en su pecho, y me analizo detenidamente. 

-No soy un demonio si es que lo piensa.- 

-Pasa hija, antes de que te aniquilen aquí.- entre y mire hacia mi alrededor, demasiadas cruces y muchas biblias adornaban el comedor. Fui hacia una pequeña mesa donde se encontraba una pequeña imagen que me llamaba mucho la atención. Un niño con una mordaza en su boca, y dos demonios junto a el. Pero me resultaban muy familiar esas personas, y ahí es donde caí en que eran los padres de Dylan, pero al parecer... el niño no era el. Que significaba todo esto? Hay mas que descubrir? 

-Siéntate y cuéntame cual es tu problema.- me senté frente a ella y suspire.- 

-Mi novio esta poseido por un demonio desde hace ya varios años.

-Cuantos años exactamente? 

-No lo se, 15 años.

-Y cuantos años tiene ahora? 

-24 años.

-Bastante grande y dime... se ha comportado extraño estos ultimos dias? 

-Si, ya no habla, sus ojos estan negros, y sus cicatrices permanecen ahi, todo el tiempo. Me hablo una vez, pero no era el. 

-Hablaste con El Diablo? 

-Si.-dije seca. La mujer se tapo la boca y respiro profundo.- 

-Bien, y como se llama tu novio?.- dijo tomando un sorbo de su cafe.- 

-Dylan O Brien.- la mujer empezo a toser y dejo la taza en la pequeña mesa al lado del sofa.- 

-Un O'Brien.-susurro.- No puede ser posible. 

-Que sucede?.-dije asustada.-

-Un O'Brien no tiene cura señorita. Lo siento mucho. 

-Pero porque? Que es lo que tiene? 

-Esa familia es peligrosa. Ya se aliaron a el, no puedes hacer nada para salvarlo querida. Cuanto lo siento.

-Debe haber una forma. 

-Lo siento, no se puede.- se levanto de su lugar y me conducio hacia la entrada.- 

Recorri cada casa, hasta fui a una Iglesia, pero todos me decian lo mismo " Un O'Brien no tiene cura". Acaso le temian al demonio que lo poseia? Porque nadie puede ayudarme? Quizas porque este mundo es egoista y solo se preocupan por ellos mismos. Decidi regresar a casa ya que no valia la pena seguir buscando algo que jamas encontrare.

Cuando llegue a casa, me sente en la pequeña banca que esta en el jardin, y me puse a pensar acerca de todo lo que esta sucediendo. Que era lo que pretendia el universo hacer con esto? Porque me eligieron a mi? Que era lo que buscaban de mi? De pronto senti una presencia que estaba a metros de mi. Me asuste un poco, pensando de que era un ladron o algo asi, pero resulto ser Dylan. Sentado, mirando otra vez ese arbol con esas flores. Lo mire y me quede hipnotizada ante su belleza que era todo para mi. Lo imaginaba cuando lo habia visto por primera vez, con sus ojos mieles, con su mirada tan fria pero serena, y su manera de hacerme sentir como si fuese la unica mujer en el mundo que lo ame a pesar de lo que es, y siempre sera asi. Me puse en cuclillas frente a el y acaricie su pierna. 

-Dylan.-cayo una lagrima por mi mejilla.- No te preocupes, ya saldras de esto. Aunque no me querrás mas ni vere esa sonrisa tan hermosa que tienes. Te amo y siempre te amare Dylan.- le di un beso en la frente, y me quede a su lado, admirando la hermosa luna que se presentaba ante nosotros.- 

El Dia Que Me Quieras - Novela de Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora