Capitulo 1

215 11 9
                                    




CAPITULO 1

James Hunter dio un sorbo a su café antes de entrar a la oficina que ocupaba ya desde hace varios años y la cual compartía con el que era su compañero de trabajo. O al menos asi era hasta que este se tuviera que retirar prematuramente a causa de una lesión en las rodillas que lo incapacitara para poder seguir trabajando como policía.

Ya habían pasado algunos meses desde eso y James — quien era un hombre de un poco mas de 1.80 de estatura, cabellos tan negros como la noche, facciones algo duras pero sumamente apuestas las cuales hacían perfecto juego con su cuerpo musculoso y bien trabajado que hacia suspirar a mas de una señorita —, seguía lamentando el retiro de su amigo, que durante los patrulleos en las calles de Nueva York, era mas que eso. Se convertía en una sombra que se coordinaba a sus movimientos y pensamientos sin importar la situación. Ya fuera un tiroteo o un simple arresto, la comunicación entre ellos era perfecta.

Ese compañerismo y confianza se conseguía con los años y el trato constante, y ahora James debía volver a empezar de cero con alguien mas.

Esa misma tarde llegaría su nuevo compañero, que según el jefe, acababa de graduarse de la academia con las mejores notas y referencias. Sin embargo a James le venia importando un bledo si el chico era el mejor de la clase y se graduara con honores. Era un novato al fin y acabo.

El solo hecho de pensar en lo que seria trabajar con uno le hacia bufar y ponerse de pésimo humor por el simple hecho de que odiaba trabajar con novatos porque la mayoría eran tontos entusiastas escandalosos que creían poder salvar al mundo con su sola presencia y optimismo de colores, y lo único que lograban era echar a perder casos y misiones importantes con esa mentalidad de estudiante de preparatoria.

Pero no importaba cuanto odiara trabajar con estos entusiastas empedernidos, debía seguir ordenes y no tenia otra opción mas que trabajar con ese novato que se le asignaría como compañero.

—Solo espero que no sea un mocoso infantil. — Dijo para si sentándose tras su escritorio. — Y que sea puntual.. — Si había algo que James Hunter no tolerara, eso era la impuntualidad y rápidamente se creaba una no muy buena impresión de aquellos que llegaban tarde a compromisos tan importantes como lo era el primer día de trabajo.

Dio una rápida mirada al reloj que colgaba en una de las paredes verificando que aun faltaban 15 minutos para la hora a la que se suponía el chico había sido citado.

Apartando la vista del reloj, el pelinegro tomó el periódico que estaba sobre su escritorio del lado derecho y lo abrió para leer la primera plana.

* *

William Agner, un joven chico de cabello negro, facciones finas y coquetas y mirada afable, pasaba con delicadeza las hojas del libro que se suponía leía. *<Hojas de otoño>, su libro favorito y el que había leído tantas veces que se lo sabia casi de memoria.

Normalmente con leer algunos párrafos de esa grandiosa historia lograba tranquilizarse, pero en esos momentos se encontraba tan nervioso que no se creía capaz de leer ni un párrafo sin perder la concentración.

Ese seria su primer día como policía y era normal que estuviera nervioso. Se había graduado de la academia hace solo un par de semanas y aunque se graduara con honores,ninguno de sus profesores no lo habían preparado para enfrentar su primer día como oficial en una de las comisarias mas importantes de Nueva York.

William aparto la vista de aquel libro que ya se encontraba algo desgastado por la gran cantidad de años que llevaba con él y el uso que le había dado, y recorrió con detalle aquella oficina en la que esperaba y olía a tabaco y café. El olor no le disgustaba, de hecho era bastante agradable y no conocía a ningún policía que no le agradara ese aroma. Ese tipo de gustos se adquirían comenzando la academia debido a los largos y agotadores entrenamientos, y que al graduarse se convertían en exhaustivas horas de trabajo constante.

Arresta mi Corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora