CAPITULO 5
—Buenos días, ¿acaso no es una mañana estupenda? — William saludó con una sonrisa a su superior al llegar a la oficina y encontrarlo detrás de su escritorio leyendo el periódico como siempre.
Ver a su hermanito siempre ponía de buen humor a William, tanto que le era difícil poder ocultar su felicidad por haber pasado una excelente tarde con Eric.—Supongo que lo es. —James respondió, sin despegar la vista del periódico, y en un tono bastante neutro que no demostraba mucho interés por lo que el novato decía. Al final del día anterior James no había realizado ninguna llamada telefónica para felicitar al novato por su "increíble" hazaña. No le vio importancia, pues desde su punto de vista, lo que para unos era una hazaña, para él bien podría ser algo simple que no era digno de recordar. —Tu reporte médico, ¿lo tienes? —Preguntó, doblando por la mitad el periódico que leía. Sin la autorización por escrito del médico donde dijera que el novato estaba capacitado para laborar con normalidad, ambos se verían obligados a quedarse e la comisaria haciendo aburrido papeleo.
—Si, aquí lo tengo. —Dijo acercándose al escritorio de James y extendiéndole el papel de su reporte médico. —Solo recibí un leve rozón, asique no es para armar tanto escándalo. —Comentó al notar que James leía con cuidado el reporte y moviendo su brazo para demostrarle que estaba en perfectas condiciones.
—Tu tremenda hazaña aún se sigue escuchando por los pasillos. —Dijo aun con la vista en el reporte médico.
—Solo se exagera, no es nada que tú o cualquier otro no hubiera hecho. —William rogó porque aquel suave sonrojo que sentía teñir sus mejillas no fuera percibido por James. No dejaba de decirse que las felicitaciones y palabras de sus compañeros no eran mas que exageraciones, pero aun así no podía evitar sonrojarse al sentirse algo importante al escuchar su "hazaña" en boca de otros.
—En realidad a mí no me hubieran disparado. —Alardeo un poco, alzando brevemente la mirada y poder ver a William. —Pero no te quites merito, al fin pudiste disparar sin miedo y eso es un gran avance.
—Si, supongo que si. —James era muy difícil de entender. Un día lo saludaba como si su relación hubiera mejorado y otro como si no existiera, pero después le dedicaba ciertas palabras que bien podrían ser algún tipo de felicitación. Le era complicado comprender a su compañero pero aun así le seguía encantando cada acción que este hacia. Ese lado neurótico y gruñón era igual de sexy que ese lado mas humano y comprensivo.
Los ojos de William se quedaron observando fijamente a James por unos segundos antes de rodear el escritorio y acercarse e inclinarse un poco para tomar el cuello de la camisa de su superior y acomodarlo.
— ¿Acaso saliste con prisa o es que tus citas no saben acomodar de manera decente una camisa? Listo, está mucho mejor así. —Dijo satisfecho y con una sonrisa al ver la camisa correctamente acomodada. Sin embargo la pequeña sonrisa que adornaba sus labios se desvaneció al notar el rostro sorprendido de su compañero.—Mis citas saben cómo quitarla, no como acomodarla. —Comentó con una media sonrisa.
—Lo siento, no quise entrometerme. Soy una especie de maniático obsesivo con ciertas cosas—Se excusó por su comportamiento, sintiendo tremendo bochorno. Solo a él se le ocurría hacer semejante cosa en público y con alguien que apenas conocía.
—No importa. —Dijo quitándole importancia al asunto. —Como parece que tu hombro está bien y tu reporte médico lo autoriza, podrás acompañarme a una pequeña investigación. —Informó, dejando el reporte médico del novato bajo el periódico que leía anteriormente.
— ¿Una investigación? ¿De que tipo? —Preguntó curioso. No le molestaba participar en una investigación, hasta se atrevía a decir que necesitaba un poco de acción. No es que ser casi atravesado por una bala no le pareciera suficiente acción para el resto de su vida pero este sería su primer caso enserio y eso lo emocionaba.
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Arresta mi Corazón.
RomansaLa vida del teniente de la policía de la ciudad de Nueva York, James Hunter, transcurre con normalidad y sin ningún tipo de problemas hasta la llegada de su nuevo compañero, el novato William Agner. El mundo de ambos se vuelva patas para arriba con...