Let him go / Yoonmin

Pasteles de barro.

Hoy no abriría la pastelería, no estaba de animo solo quería llorar hasta deshidratarse y esto se debía al primer aniversario de la muerte de Hoseok.
Jimin aún no era capaz de aceptarlo, le tomó  cerca de 8 meses salir de su departamento, el cual estaba lleno de recuerdos del animado chico por cada rincón.
Aún dormía con alguna camiseta del mayor, seguía preparando dos tazas de café por las mañanas y por las noches veía religiosamente algún video casero que realizaron juntos. Jimin estaba atascado en el pasado y esto jamás lo hubiese deseado Hoseok para su pequeño chim chim.

Aún lo veía pasar de la cocina a su oficina en puntas de pies para evitar despertarlo con un trozo de pan en la boca, una taza de café humeando y esbozando una gran sonrisa cuando veía el rostro de jimin haciéndose el dormido sobre la cama de dos plazas que compartían.
Hoseok amaba a su pequeño siempre quizo que realizará sus sueños desde que se conocieron jugando de niños en un parque en Busan.

...
-¿Qué haces?- preguntó un niño de amplia sonrisa y grandes dientes.

-Nada, aléjate-

- Cómo que nada, allí veo un delicioso pastel de barro- dijo acercándose lentamente al menor.

-Que te alejes! No destruyas mi tienda! Tengo que preparar un gran pedido de pasteles- gritó el menor agitando sus brazos un tanto desesperado.

-Oh! Pero mira ese tiene una sorpresa en medio-

-No tiene sorpresa es barro con pasto, un pedido bastante sencillo para el mejor chef del mundo mundial- dijo el menor inflando el pecho de orgullo.

-Pues yo veo una sorpresa aaahhh! Se mueveee iuuug... -dijo saltando lejos del otro pequeño.

-Oh un gusano! Sácalo...sácalo por favor!- de un salto termino sobre el otro chico sujetándose de su cuello, como si su vida dependiera de ello.

-gggh... No...me ...dejas respirar!-

-Lo siento-dijo mientras se soltaba lentamente del cuello del mayor.

-Tus pasteles están invadidos por gusanos creo que no tendrás listo el pedido para tu mama-

-Aveces un chef necesita la ayuda de un caballo entrometido como tu-

-un que?... Caballo?...yo... No..- los ojos del mayor se llenaron de lágrimas mientras se arrodillaba para dar vuelta una botella de agua sobre la tierra y formar barro.

Jimin se sintió mal por lo que había dicho, lentamente se acerco al mayor sacando su pequeña gorra roja y depositándola en la cabeza del mayor.

-Un caballo no puede ser ayudante de chef y todo ayudante de chef necesita un sombrero-

Hoseok se dio vuelta depositando su mano sobre la frente- ayudante Hoseok reportándose señor-

-junta mas barro, tenemos mucho trabajo que hacer- dijo mientras el otro chico le regalaba una amplía y hermosa sonrisa, eran un gran equipo, el mejor del parque según Park Jimin.

...

Siempre supo que lo suyo era el arte de la gastronomía y Hoseok incondicionalmente estuvo allí para apoyarlo.

-No sabes cuanto te extraño, por qué tenías que ser tu? Eres un mentiroso me oyes! Prometiste estar siempre a mi lado! Y ahora que te necesito no estás! Te odio, donde sea que estés te odio- gritó mientras pateaba un álbum fotográfico que estaba boca abajo en una esquina de la cama.
Una fotografía se deslizó entre las páginas para terminar en el suelo, estaban los dos de pequeños no más de 4 y 5 años, cubiertos de barro y rodeados por un arsenal de pasteles de barro.
Jimin se dispuso a devolverla al álbum cuando notó que en él reverso de esta estaban una palabras escritas con tinta << Desde los 5 años te he amado, quizás no como ahora, pero siempre fuiste especial Chim Chim. ¿Que tal si volvemos a preparar unos increíbles pasteles de barro? >> llevo la fotografía fuertemente contra su pecho mientras caía de rodillas.

Hoseok no lo había abandonado estaba allí en cada recuerdo, en cada fotografía, en cada taza de café humeante, en cada pastel de barro.