Tu en mis pensamientos. (F)

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Te arrastras con esa gracia tan tuya,
en el lugar donde se acaba mi inocencia y la emoción se vuelve océano,
donde tus gruesas manos tocan todo sin parpadear.

Te busco en las habitaciones donde creo que vas a estar,
imagino tu cuerpo junto al mío,
atentos tus ojos,
con mirada de soldado.

Tu, tu, tu.
El mejor amigo,
el hermano entrañable,
el que se aleja y vuelve,
que es ola del atlántico .

Tu.
Está en ti esa seriedad,
ese misterio...
y todos los secretos que apenas salen a flote en tus pupilas.

Te es fácil volverte un personaje,
contar chistes y reír estruendosamente,
pretender que no llenas la habitación de dudas sobre el sabor de tus labios, del fino contacto de tus manos,
de querer leerte.

En mi cabeza, estás justo en el momento en el que mis manos se sienten calientes,
cuando las retiro del papel.
Estás en el lugar en el que me quiero volver un poco menos niña,
en el que me quiero volver un poco más deseo,
cuando te quiero ver real por primera vez,
sentirte aunque sea un instante,
dejar de soñarte como pequeña absurda.

Es entre tu cabello oscuro y tus gestos de hombre que detengo el tiempo,
y te observo,
y me llenas,
aunque solo seas una ilusión.

Perdóname las niñerías,
perdóname el deseo,
entre madrugadas he buscado otras quimeras,
otro anhelo;
quizá uno menos absurdo y más favorable,
unas manos ya conocidas o un libro abierto,
pero de alguna forma estos ojos te buscan:
tu protección e intensidad oculta,
tu experiencia e inteligencia.

Al final solo eres utopía,
al final solo apareces entre sueños y fantasías,
al final eres quien aparece y desaparece entre letras,
y me ruboriza a mitad de clase.

Apenas he tocado tu esencia con las yemas de los dedos,
apenas he abierto unas pulgadas el telón,
eres aún misterio de ojos oscuros y labios radiantes.

Te quiero encontrar en tu rincón más oscuro
donde no te tengas que preocupar por quien nos vea,
donde me mires a los ojos de verdad.

Soy una niña,
y tu eres un hombre.
Yo juego a las escondidas sin que lo sepas,
¡Y que bien te escondes!

Intensa y desesperada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora