Anhelo.

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Te anhelo cuando escucho tus canciones y cuando veo un punto misterioso iluminarse en medio del techo de la habitación a media noche.
Porque no sólo eres el sexo apasionado, sino también la madrugada de besos y música, no solamente eres mi fiesta privada, también eres la mañana de cruda y cansancio.
Nunca fui fan de Dios, sin embargo soy tu fan. Hay una gran diferencia entre lo que me causa Dios y lo que me causas tú, porque a a Él le tengo temor, y veo su misterio de reojo cada día al pasar frente al altar. A ti te veo en las copas de los árboles y en las últimas notas de las canciones, a ti te veo bajo las yemas de mis dedos y en la cerveza.
A ti no te temo porque te adoro, porque mi mayor miedo es besarte. Porque tu misterio me desborda la mirada. Te anhelo incluso más de lo que te temo.
Porque me recuerdas que puedo ser musa de alguien por ahí, y de que hay magia en la ausencia de quien se anhela.
Respírame fuerte por favor, no desperdicies ni un segundo de esta canción, porque jamás seremos más jóvenes y te anhelo más que a Dios.
A veces soy tan pequeña, que el viento me empuja, sin embargo las ansias de ti son inmensas, y hacen que el viento me empuje alrededor de ti.
Eres mi anhelo, un sueño que me hace despertar sonrojada y la duda de saber que tanto me sueñas tú también.
No quiero hablarte claro, pero no sé otra forma de decirte que necesito de tus labios aquí, que los he imaginado tontamente miles de veces.
Te has vuelto una ilusión miles de veces, eres un beso imaginario y tus manos en mis costillas soñadas.
Últimamente eres menos utopía, más anhelo y posibilidad, más distancia y menos delirio.
Te pienso como desquiciada y me arde el deseo de tus manos. Me pregunto si de los mil besos que te he dado en ensueño te llegaron un par.
Me pregunto si te han dolido las manos de tanto tomarlas.
Dime el lugar y la hora para hacerte menos delirio y más experiencia, dame el momento exacto en que se desvanezca mi quimera y me acaricies cada ilusión desvanecida.
Te anhelo como la musa a su artista, eres la mejor historia antes de dormir. Te anhelo como el amante a su enamorado cuando le envía cartas.
Te anhelo y estoy llenando tu ausencia de caricias, para cuando aparezcas.

Intensa y desesperada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora