5. LA FIESTA

19 2 0
                                    

Yo no hablo, ellas van diciéndolo todo, que si la ropa que tengo es muy clásica, que si no tengo zapatos guapos, que si con eso no puedo salir a la calle. Cris acaba cansándose después de que toda mi ropa esté encima de la cama y a mí casi me de un infarto pensar que entre mi madre. Coge una mochila mete un pijama, un bikini, ropa interior, un vestido playero y un par de piratas mios y una camiseta. Me coge de la mano y tira de mí, Ali nos sigue animadísima mientras siguen hablando y yo como que voy a cámara lenta. No asumo tanta información de golpe necesito más tiempo. Salimos al jardín y Cris se dirige flechada a mi padre:

-Señor Miguel, ¿Deja que Nayara se quede a cenar y a dormir en casa esta noche? Por favor? -Mi padre les mira la ropa, se huele a quilometros que vamos a una fiesta. Aunque estuviera loco y ciego, lo habría notado por el tono de su voz y los litros de perfume.

-A cenar sí, a dormir a casa. A las 12 como muy tarde. Y a las 10 nos hacéis una visita si estáis en la calle.

Y no hay más que hablar. Cuando mi padre dice que no es que no y ni siquiera Cris le va a insistir porque ya sabe que no hay forma. Cuando él tiene intención de dejarme se le nota y esta vez no me va a dejar. Yo me desinflo un poco pero tampoco es que me hubiera dado tiempo a hacerme ilusiones. Cris no se rinde y sigue con la sonrisa mientras nos dirijimos a su casa, me colocan un vestido muy corto, unos tacones muy altos, me maquillan como a una puerta y después de pelearse media hora con mi pelo me ponen una diadema y a correr. Genial, ahora mi tick de la verguenza, que consiste en tocarme el pelo de mil y una formas quedará más raro todavía.

En fin, salimos de su casa dispuestas a comernos el mundo y pasamos por delante de la fiesta, no veo la moto de Iker aparcada, tal vez no haya venido, pero puede ser que haya venido andando, estamos en su misma calle, aunque es larga y aqui utilizan la moto hasta para ir a mear, pero siendo una fiesta igual piensa beber. Me entristece un poco pensar que no esté allí pero tampoco tengo esperanzas de que entremos así que tampoco me parece un drama. Continuamos andando hasta el final de la calle y yo no entiendo muy bien que pretendemos conseguir así que pregunto.

-¿Y ahora?

-Pues a volver a pasar hasta que nos digan de entrar. Daremos la vuelta a la manzana eso sí, para que no se note tanto que estamos espiando.

Yo lo veo una estupidez pero las sigo, como la perra fiel que soy, mientras ellas hacen el balance de coches y motos que han visto aparcados en la puerta y comentan quien ha venido quien no y los posibles motivos de las bajas y por supuesto quien se liará con quién. Yo alucino, están hablando de personas con las que solo se han saludado o cruzado cuatro palabras.

Cuando me doy cuenta, ya casi hemos dado la vuelta a la manzana y me comienzo a asustar cuando empiezo a ver movimiento en la puerta donde hacen la fiesta, hay gente con vasos, hablando y la música ahora se escucha más fuerte. No me gustan las multitudes. Se me da mal la gente, pero de uno en uno o en grupos pequeños me puedo defender, en multitud mis posibilidades de éxito son proporcionales a las cervezas que haya bebido.

Pasamos de largo auqnue por supuesto mis amigas reducen el paso cuando pasamos por delante para inspeccionar al personal y a ver si con suerte nos invitan a entrar, yo estoy rezando para que no nos vean. Con tanta gente conocida es fácil pasar desapercibidas. Pero no. Cuando empiezo a relajarme porque ya hemos pasado a todo el gentío escucho una voz femenina, un poco estridente, gritar mi nombre. Miro a Cris y a Ali extrañada. ¿Quién sabe como me llamo y está en esa fiesta? No caigo en nadie, quiero avanzar como si no hubiera oido nada, pero mis amigas tiran hacia atrás de mí. El momento que esperaban ha llegado y no lo van a dejar escapar, eso está clarísimo.

Cuando me voy acercando fuerzo los ojos cada vez más y consigo ver a Helena, la tía de Ivan. Genial. No podría ser otra persona.

-Hola guapa!!!!- Nos damos dos besos y por su entusiasmo intuyo que lleva bebiendo un buen rato. -¿Os quedáis?

PARECE QUE VA A LLOVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora