Capítulo 4

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Era difícil de creer pero era la verdad, la señora de ese día se encontraba frente a mi, si, esa misma señora, la que me dio el dinero, y de repente me quedé en shock escuchando la dramática escena que se desarrollaba frente a mis ojos.

Me pregunté qué estaba pasando, y porqué la señora estaba aquí, desde ese día tuve el presentimiento de que la señora nos conocía y por eso sería la razón de su encuentro, el que ella me  viera le dio un motivo, y al parecer fue un error o una gran equivocación el estar hablando con ella y quedarme al recibir el dinero, pues una batalla se había desatado entre nosotros.

Gritos desesperados de mi madre que se escuchaban hasta la puerta que daba con la calle, incluso todas las personas volteaban para saber lo que ocurría dentro del lugar, lo que yo sentía no se comparaba con ninguna emoción, sentía esa impotencia y desesperación, estaba confundido y quería desaparecer de ahí, pero mi cuerpo estaba paralizado por la escena.

Bien pude haber salido de ahí, mi propia curiosidad me obligó a seguir de pie, todas la preguntas que siempre había querido saber, todo aquello que anhelaba saber de un principio se me revelaba en ese momento, era una emoción incesante 

El Hombre erranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora