Al dejar de estudiar tuve que trabajar, y nuestra buena vida se vió notablemente, pues yo llevaba dinero a mi casa, y podíamos disfrutar del él.
Se sentía tan bien ver como disfrutaba con placer aquellos frutos de mi trabajo, era una sensación satisfactoria que nunca voy a olvidar.
Pero debía de aceptar que mi madre no se encontraba a la perfección, pues comenzó a sentir unos molestos dolores, por lo qie la veía quejarse constantemente.
-Has llegado temprano hijo-Hablaba con una voz demasiado tenue que a duras penar era comprensible.
Siempre me recibía con felicidad, pero su voz detonaba otra cosa, hasta que ya no soporte verla así.
-Mamita, qué te pasa-Se encontraba recostada en el sillón y mi pregunta fué desesperada, pues pareciera como si estuviera agonizando.
-No es nada hijo-Aunque ella lo negaba era difícil moverse y aún mas hablar, esto me comenzó a asustar.
-Esto ha llegado demasiado lejos, tienes que ir al médico.
Tomamos un taxi para llegar al doctor, pues sus dolores le impedían moverse como antes, cuando llegamos pensé que todo iba a ser mas sencillo, le encomendé con el doctor y los días pasaban sin que yo obtuviera una respuesta, bastó una semana para que al fin me lo dijeran.
-Mire señor Antonio, es complicado para mi decirle esto, pero es necesario que usted se entere de lo que ocurre-Suspiró, tal parece como para tomar valor-Su madre tiene cáncer, lamentablemente lo ha desarrollado mucho, y no es para desanimarlo, pero como médico le digp que es demasiado tarde.
-No puede ser, pero porqué no se dió cuenta mucho antes.
-Pues lo que pasa es que fué cáncer silencioso, es por eso que últimamente se ha encontrado tan devastada.
-Y ¿No hay nada que se pueda hacer?
-Para su desgracia, no hay nada que se pueda hacer, pero existe un proceso que quizás puede darle otro corto periodo de vida más.
-Hágalo, haga lo necesario pero por favor, no la quiero perder aún.
-Bueno, digamos que este proceso solo existe en Ginebra, y aquí no tenemos los recursos, y esto le costará una fuerte cantidad de dinero.
-Haga todo lo necesario, yo conseguiré ese dinero, así que no podemos actuar si no hay fondos.
Entendí que ahora todo estaba en mis manos, y se me cortaba la respiración de tan solo pensar que lo peor llegaría muy pronto, aún así todo lo que tendría que pasar pasaría, y no perdí mis esperanzas.
Se me vino a la mente que quizás podría conseguir un préstamo en el trabajo.
-Señor, necesito urgentemente un préstamo.
-Como quisiera poder ayudarte, pero la imprenta últimamente ha estado en malas condiciones financieras.
-Debe de entender, es para mi madre.
-¿Cuánto solicitas?
-Tres millones
-¡Eso es demasiado!, tan sólo ayer fué quincena y no estoy dispuesto a perder la capital por ti.
-Siendo así, renuncio-Dije firmemente, no necesitaba la ayuda de alguien en que piensa que lo estafaría.
¿Dónde podría conseguir tanto dinero?
Sin pensarlo dos veces fuí con mi abuela.
-¿Quién es usted?-Abrió el señor que conducía el auto de esa vez, era más que lógico que no me iba a reconocer, ahora tenía veinte años, ya no era un niño.
-Necesito ver a la señora.
-¿Quién la solicita?
-Dígale que es de parte de Antonio Rojas.
El señor se adentró, y luego me dijo que pasara, y vaya que el interior era demasiado lujoso incluso para un rico, entré a la sala y la ví sentada.
-Abuela, vengo a pedirte un favor.
-Y que es.
-Necesito dinero, mi madre va a morir-Decir eso me hacía un nudo en la garganta-Son tres millones.
-¡Dios mío!, es demasiado.
-Te lo ruego, ayúdame, por favor.
-Solo te puedo dar la mitad.
-Gracias
Ahora solo debía conseguir el resto.
Que pasará, solo era cuestión de esperar.
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El Hombre errante
Romance¿Que el amor a primera vista no existe?, solo alguien que no se ha enamorado así, es el único capaz de negar este sentimiento.Y cuando te atreves a creer, muchas cosas cambian en tu vida. Un hombre viajero, va en busca de un amor sin que se de cuent...