•T w e n t y - O n e•

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Shihō, Yoichi y Alice se encontraban junto a su amigo, que hacía un día había despertado

- ¿Cómo te sientes, amigo?

- Adolorido. Me duele hasta respirar y mi espalda arde horrores, pero mejor ahora que puedo mover mi cuerpo

- Es que ese maldito cazador te lastimó demasiado. Es un cobarde de mierda

- Es su trabajo, Alice -le dijo tratando de controlar los instintos asesinos de la chica- ¿Cómo se encuentra Yuu-chan?

- Muy bien -le sonrió Yoichi- Ya no tiene esas pesadillas horribles y está un poco más animado, sólo que sigue sumamente preocupado por ti

- Lo supuse, soy un idiota por hacerlo preocupar así

- No fue tu culpa, sólo lo defendiste de ese cazador

- Sí, lo sé, pero igual. Detesto verlo llorar y más si es por mi causa

- Es normal que este preocupado

- ¿Recuerdas todo? -Alice interrumpió al ver que Mikaela no cedería en dejar de echarse la culpa

- Sólo recuerdo haber abrazado a Yuu-chan y el dolor de las cadenas clavándose en mi piel, luego me desmayé para volver a despertarme cuando mi padre quiso alejar a Yuu-chan de mi, y luego me volví a desmayar

- Entonces ¿Quiere decir que tú no...?

- Yoichi -lo reto Shihō, haciendo que se calle

- ¿Qué yo no, qué?

- Nada -le sonrió nervioso- No ocurre nada

- No sabes mentir, Yoichi, nunca lo supiste. Kimizuki -lo miró y el pelirosa comenzó a ponerse nervioso. No podía resistirse a esa mirada de animal apunto de comer a su presa, que su amigo le lanzaba

- Que Yuu te sirvió de escudo humano -le contestó Alice al ver que su amigo no le salían las palabras

- ¿Cómo? -el rubio abrió sus ojos al escuchar esas palabras y comenzó a sudar frío de sólo pensar que ese joven pudiera haberlo lastimado igual, todo por su maldita culpa, por ser débil y haberse desmayado

- Si yo hubiese tardado un minuto más, Yuichiro hubiese dejado que lo mate junto a ti. Te estaba protegiendo, abrazando tu cuerpo

- Yuu... Yuu-chan -susurro sin aire- ¡Dime que se encuentra bien! -se movió, tomando por los de su amigo y sus costillas dolieron- ¡Mierda!

- Quedate quieto, Mikaela -lo reto Yoichi- Claro que Yuu esta bien, no le sucedió nada porque Kimizuki golpeó a ese cazador y lo alejó, luego llegó tu padre junto a tu abuelo y lo ahuyentaron. Pero el se encuentra bien

- Necesito verlo, quiero ver qué no tiene nada -intento pararse, pero sus costillas volvieron a doler- ¡Maldición! ¡Putas costillas!

- ¡Que te quedes quieto, Mikaela! ¡No hagas que te até a la cama! -lo reto nuevamente, y Alice apretó los labios para no reírse

- Pero... Yoichi.... necesito verlo

- Lo sé, el también desea verte, pero no puedes. No ahora. Tienes que recuperarte, por favor

- Quedate aquí y quieto. Más pronto de lo que pienses, lo vas a volver a ver

El rubio se quedó, pensando en lo que sus dos amigos decían. Si su niño estaba bien, entonces podría esperar unos días más para recuperarse y poder volver a verlo. Maldita suerte el no poder invitarlo a su casa, gracias a que su padre no lo permitiría nunca

La puerta de la habitación se abrió, dejándole el paso a tan querido rubio

- Yoichi, querido ¿Puedo hablar un momento contigo? -le pregunto Alucard

•Trueblood• [MikaYuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora