Capítulo 3

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Los años pasaban casi volando, DongHae crecía rápidamente rodeado de mimos y atenciones no sólo por parte de su familia, la manada entera lo adoraba, debido a que era un chico servicial, atento, aparentemente fuerte, esto último heredado por su padre, además de ser hermoso y poseer un pelaje envidiado.

Para la mayoría de los centinelas, Hae era la pareja ideal, los solteros que ya eran adultos anhelaban que el cachorro madurara y asi, en su primer celo, sabrían quien sería el afortunado de ser su compañero o si tenían suerte, podrían marcarlo como suyo o tenerlo disfrutando por tres dias, sin embargo sabían que eso sería imposible, él sólo sería entregado a su verdadera pareja, no sería como sus hermanos, los cuales pasaron muchos ciclos con centinelas diferentes, eso claro hasta encontrar a su pareja destinada.

Hae tenia una extraña fascinación por el bosque, quizás gracias a que Siwon siempre era quien lo llevaba de exploración desde que tenía uso de razón y por ello adoraba pasar su tiempo libre en medio de los árboles, alejado de todos.

Una vez cumplió los quince años, su padre le dio permiso de ir sólo al bosque, eso apenas hacia dos meses, por ello siempre luego de comer, daba su paseo matutino, jugando a veces con ardillas o conejos que salían de sus escondites.

-No se juega con la comida, ¿Sabias? -HyukJae salió de repente, asustando a Hae, quien al ver de quien se trataba, inclinó su cabeza hacia abajo y en aquella posición cambió a su forma humana.

-L-lo siento Hyu... digo, Alfa. -Se corrigió inmediatamente aún sin levantar su rostro, Jae carraspeo y dejo escapar un suspiro.

-No tienes que llamarme asi, Hae, ni tampoco inclinarte ante mi. -Jae se obligó a decir aquello último, la verdad era que le fascinaba ver aquel acto de sumisión, y no en cualquiera, especialmente en él.

-Papá y Siwon lo hacen, por eso creo que yo igual debo.

-Pues no lo hagas más ¿De acuerdo? Al menos no delante de..... ¿Que es ese olor? -Jae fruncio el ceño al darse cuenta que el ligero olor provenía de Hae, se acercó a este ignorando la confusión que reflejo el menor. Sin darse cuenta tenia al pequeño acorralado contra un árbol y su rostro incrustado en su cuello.

-¿D-de que hablas?... ¡Alejate por favor! -El rostro del castaño se sonrojo a más no poder, jamás había tenido a un macho tan cerca y el hecho de que fuera su Alfa, lo hacía más vergonzoso.

-¡¿Por qué tienes el aroma de un centinela en ti?! Que yo sepa aún no has tenido tu primer celo, DongHae. -El pequeño tembló ante la fría mirada del mayor y más aún ante el gutural gruñido que este emitió.

-N-no sé de qué hablas, yo no, yo no he estado con nadie.... lo juro. -Hyuk gruñó nuevamente y Hae sólo le atinó a apretar los párpados.

-Te repetiré la pregunta y más te vale que no mientas.... ¿Por qué mierda tienes el olor de otro macho en ti? -Jae no se daba cuenta de su actitud, no podía sentir más que enojo, ira, rabia y un poco de impotencia, Hae aún era un cachorro y se suponía que nadie debía tocarlo, él sólo se estaba preocupando como un hermano mayor, o al menos eso quería pensar.

DongHae guardo silencio por unos segundos, trató de pensar en su respuesta o más bien de la razón por la que traía un olor encima que no era suyo, en eso un rayo de luz iluminó sus recuerdos y tuvo una respuesta inmediata.

-A-anoche estábamos en la fogata.... h-hacia frio y, y Minho me puso su bufanda... me la quedé y la usé como almohada durante la noche, s-seguro por eso tengo su aroma. -El menor trató de explicar sin tartamudear, pero le era casi imposible ante la mirada ajena. Al terminar su relato, notó como el rostro ajeno se relajaba y asentía, luego de eso vio cómo Hyuk cambiaba y se alejaba de él, dejando a Hae aún temblando ante lo sucedido.

~ Dos años después ~

Habían pasado casi diecisiete años y HyukJae aún no encontraba a su pareja, no era extraño que la manada ya empezara a murmurar algunas cosas; siempre era preocupante tener un Alfa que aún no sentara cabeza, tanta era la presión que KangIn le aconsejaba a su hijo que simplemente escogiera algún Omega y ya, pero Hyuk se oponía, esperaría, los Dioses le tenían a alguien destinado para él.

Aunque a veces pensaba mucho en la propuesta de su padre, de algo estaba seguro, de ser asi sólo escogería a cierto cachorro hermano de su mejor amigo y ahora también Beta, el cuál seguro vendría a matarlo al enterarse de lo que haría y esa era una de las razones por la que desistía de la idea, además de que el chico aún era un niñito a su lado y tampoco sería un maldito para entrometerse en su futuro y robar lo que le perteneceria a otro, arruinando no sólo la vida de Hae, sino de su compañero igual, al cuál envidiaba aún sin conocerlo.

Desde que vio al pequeño por primera vez no pudo evitar ser atrapado por aquellos ojos, que aunque DongHae quizás no recordara, él había sido la primera persona que el niño había visto luego de abrir sus diminutos párpados a tan sólo media hora de nacido. De ello ya diecisiete años y dia tras día se mantenía sintiendo atraído por el menor, simplemente no lo podía ignorar, aunque en los primeros años sólo fue admiración por su hermosura y quizás gracia, por su torpeza al caminar, luego había pasado a atracción, un sentimiento que quería y debía mantener oculto, al menos tuvo que esforzarse aún más los últimos dos años, luego de haber interrogado al castaño aquel dia en el bosque, cuando por primera vez había aceptado que el cachorro le gustaba, pues el haber siquiera imaginado que otro le había tocado, le provocó unos inmensos y descontrolables celos, de no haberse ido, habría mordido al pequeño y eso hubiera ocasionado una gran cantidad de problemas.

- Padre, creo que tienes razón, he esperado ya veinticuatro años por mi pareja, y aún no llega, dijiste que podía elegir al Omega que quisiera y ya lo he hecho.

-¿Y quién sería el afortunado o más bien el pobre que tendrá que aguantarte? -KangIn miró a su impaciente hijo, en parte estaba de acuerdo con Jae, por otra, hubiera deseado que su pareja llegará por si sola, así como él había encontrado a LeeTeuk en el bosque, pero entendía a su hijo, era mucho tiempo de estar sólo y era momento de sentar cabeza.

-Quiero a DongHae. -KangIn se puso de pie y fruncio el ceño ante lo que había escuchado.

-¿Estás loco? ¡Es un cachorro aún!

-En un año tendra su primer celo, antes de que empiece lo traeré aqui, estará encerrado en mi habitación, una vez su ciclo empiece, lo reclamaré.

-¿Crees que Yesung lo permitirá? Incluso el mismo Siwon se negará.

-Yo soy el Alfa de esta manada y deseo que DongHae sea mío, él me dará mis crías. No quiero a otro.

El más viejo de ambos hombres decidió no oponerse más, su hijo era testarudo, ahora sólo tenian que comunicárselo a los Choi y esperar que no se desatara un gran lío por el capricho del Alfa.





[ Hola, me veo en la necesidad de explicar algunas cosillas, por si no han comprendido bien como va la historia.

En las manadas sólo hay un Alfa, pasa de generación en generación, en el caso de el Beta, puede ser cualquiera, estos dos son los más fuertes de la manada, el resto de machos los llamé "Centinelas" ¿Por qué? Porque lo vi por ahi y ya (?). Las hembras pueden ser Omega pero no Beta's. Los machos Omegas, pueden tener hijos, y los que son parejas de alfa's y Beta's, son únicos.

La historia va un poco rápido en cuanto al crecimiento de Hae, pero se centrará prácticamente en sus diecisiete, antes de que tenga su primer celo, allí se sabe si realmente es un Omega o un Centinela y es también donde su aroma se hace más fuerte y asi su pareja podría encontrarlo o viceversa. Si notaron HyukJae es viejo (?) Tenía 24 cuando Hae nació, hagan sus cuentas (?) Pero como expliqué al principio, los cambia-forma viven alrededor de 400 años y su aspecto se "congela" dándoles una apariencia joven, like vampiros(?) En fin, prometo no volver a interrumpir con tanto parloteo y espero les siga gustando. ♡]

Dulce AromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora