Conviviendo con Alex

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Volví a acostarme con Alex. Esta vez sin remordimiento alguno, cada vez que le veía sonreír mi corazón palpitaba y yo también sonreía. Le amaba, le amaba como nunca había amado y era muy feliz...no podía creérmelo cuando cada mañana despertaba a su lado mientras el dormía abrazado a mí.

- Buenos días mi amor.

-Buenos días princesa ¿quieres dar una vuelta esta mañana?

- ¿Y eso..?

-No sé, me apetece salir contigo y enseñarle al mundo la novia tan guapa que tengo.

Mis mejillas se sonrojaron, me sonrió y vino corriendo hacia mi para hacerme cosquillas, corrimos por toda la casa hasta caer en el sofá donde me cogió en brazos y empezó a abrazarme.

- ¿Te he dicho alguna vez que eres perfecta?

-¿ Te he dicho lo mucho que te amo?

Todo era perfecto, salíamos a pasear, me acompañaba a todas partes, me miraba mientras le contaba mis aburridas historias haciendo como que prestaba atención cuando realmente se qué solo pensaba en mí mientras le hablaba, todo era un sueño...demasiado perfecto para ser real...

- ¿Qué harías si me voy?

- ¿Si te vas? pregunte extrañada.

- Si yo me fuese y mi hermano volviese en mi lugar.

- Pues te buscaría y después te mataría a ti y a tu hermano por creer que me vale un cambiazo.

- Pero el era tu novio.

- Si, pero mi corazón siempre fue tuyo.

- Te amo.

Los días pasaban y todo seguía siendo perfecto, hasta que Alex se metió en la ducha y su móvil comenzó a sonar. Obviamente yo no tenía razón para cogerlo, confiaba en él y nunca llegue a saber que ponía en esos mensajes de esa tal Katy.

Pero ese día Alex volvió a las 6.00 con la excusa de que tenía un trabajo en un bar, aún así no sospeche de él hasta que empezó a cambiar por completo.

- Amor ¿salimos esta noche?

- ¿Yo contigo? 

- Venga, no seas tonto...

- Ve tú...¿te crees que tenemos 15 años para ir saliendo por ahí juntos?

- Pero...si el otro día saliste...

-Sí, solo.

- Esta bien...

Ya no quería salir conmigo, ya no me abrazaba por las noches y apenas pasaba tiempo en casa cuando yo estaba.

- Creo que deberíamos dormir en camas separadas, hace mucha calor.

- Alex ¿que te pasa?

- ¿A mí? Nada.

- ¿Ya no me amas?

- Oh venga, no seas cría.

- Esta bien...

Él ya no era el mismo, y yo estaba dejando de serlo, todo estaba cambiado y me pasaba las noches encerrada llorando ¿ que había hecho mal? ¿por que Alex era así conmigo? 

Un martes decidimos salir con unos amigos de ambos a un bar de la barriada, Carole y Jose llevaban juntos quince años y eran nuestros amigos de hace seis meses, antes de empezar juntos.

- Y bueno ¿que tal os va?Dijo Carole.

- Bueno... la verdad es que... Empecé a decir hasta que Alex me interrumpió.

- La verdad es que hemos pensado dejarlo.

- ¿QUÉ? Dijimos los tres a unisono.

- Si veras, no nos va muy bien, ya sabeís no soy hombre de una sola mujer.

No podía creer lo que estaba oyendo, sabía que las tres copas que había tomado hacían perderle el respeto pero que estaba hablando totalmente en serio, las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos y me levanté corriendo hacía el baño. Carole vino detrás.

Ese día no volví a casa, me quede con ella a dormir, esa misma noche Jose me contó la conversación que había tenido con Alex, que había empezado a odiarme, que no quería ni hablarme y que Nerea había vuelto a hablarle y estaba planteándose volver con ella. Otra vez me odiaba sin razón, otra vez se repetía todo, pero no, esta vez no sería tan estúpida. Debí quedarme con Leo cuando tuve oportunidad, él si me amaba y yo también le ame.

Fui a casa a hablar con él a ver que haríamos a partir de ahora.

- ¿ Qué que hacemos? Esta claro. Coge tus cosas y vete.

- ¿Qué? No tengo a donde ir, tu sí.

- Ese es tu puto problema.

Entonces una llamada entrante en la que ponía Nerea interrumpió la conversación. Él me dejo las cosas claras, tenía 3 días para coger todas mis cosas y irme...no se a donde porque no tenía a donde ir, pero claro, eso a él no le importaba.


El Estupido Gemelo De Mi NovioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora