Adiós amor, adiós

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Esa noche Alex y yo estuvimos hasta la madrugada juntos, me hablaba, me miraba y se reía conmigo como siempre había hecho.

Entre copa y copa conseguí que se habriese, él estaba amargado por estar solo y se arrepentía de algunas cosas que habían pasado. Esa noche mis sentimientos por Alex volvieron a florecer. En ese momento me di cuenta que el amor era una mierda. Un valle de rosas donde era imposible pincharse con alguna espina. Los dos nos despedimos y no paso nada entre nosotros.

Esa noche fue la última vez que le ví, más bien la última noche que les vi a ambos. Todo este tiempo todo lo que hice estuvo mal, no podía seguir en una balanza decidiendo entre uno y otro. ¿De que sirve estar con uno si no puedes dejar de pensar en el otro? Eso no era justo para ellos y para mí tampoco.

Tome una decisión me fui a Barcelona y no volví a verlos a ninguno...¿sufrí? Claro...no estaba perdiendo a una persona, estaba perdiendo a mis dos mitades. Pero era la mejor decisión que pude tomar.

Al volver a mi pueblo, los encontre, Leo con una chica rubía de ojos verdes  con cuerpo de modelo, Alex a su lado con una morena compartiendo un helado del Mcdonals...  Las lagrimas empezaron a brotar de mis ojos al verles tan felices, el frio viento rozandome la cara hacía que las lagrimas se fuesen hacía atras y mi pelo se moviese.

 Me gire y continue mi camino, ellos nunca sabrían que les había estado mirando.

El Estupido Gemelo De Mi NovioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora