El Estupido Gemelo De Mi Novio

Perdona, pero creo que te amo.

Le amaba, le necesitaba cada vez más, sus manos sus labios es algo que deseaba en todo momento.
Pero no podía, estaba saliendo con su hermano y no podía hacerle eso...Quería con todas mis ganas pero no podía herir a Leo, no así.

Y así, a modo de despedida mientras Leo se duchaba Alex jugando acabo sobre mi reteniendo mis manos contra la cama, siguió como siempre y volvió a ponerme de lado abrazándome y rozando mi piel.

- No lo hagas Alex....

- Es solo un juego. Dijo sonriendo.

- Como intentes algo pienso besarte. Dije con la esperanza de que no fuese capaz, de que realmente no quisiera nada.

Y entonces siguió igual, desafiándome, pero no, no quería besarme...esa no era su intención ya que mientras que intentaba besarle el se apartaba.
Pero paso, fui más rápida y acabamos besándonos... fue solo un piquito, nada más, pero lo cambio todo.

Esa noche volvimos a hablar hasta la madrugada.

(...)
- Bueno, ya nos dimos un beso...

- Bueno, eso no fue un beso realmente. Conteste.

-Bueno...hubiese estado bien pero no puede pasar.

- ¿Qué?

- ¿Qué hubiese estado bien...lo hubiésemos hecho y eso pero no puede pasar al menos ahora...

- ¿Ahora?

-¿Qué?

- Has dicho eso, que al menos ahora...

-¿Ah si? Ni caso no se ni lo que digo.

Y ese fue el final de todo...esa noche me enamore aún más de él, después de haberle pedido que no se fuese, después de hablar con el hasta las 3 de la mañana entendí que esto no podía seguir así, no sabía si él sentía lo mismo, pero estaba segura de que no podía pasar...

Dolorosamente deje de contestarle, cada vez que Leo veía como el se me acercaba, como quería abrazarme, que me sentase encima de sus piernas, sus ojos rencorosos y doloridos se clavaban en mi corazón. No podía seguir así con Alex esto tenía que terminar.

Le dejaba en visto, nunca respondía, ya no le llamaba por las mañanas para ver que hacía ni me pasaba por casa a verle.

Pero justo esa semana empezaría a vivir en su casa.