Estaremos Juntos, lo prometo. //Me Gusta Un Hombre Mayor 2 Parte

Capítulo 6.

[Narra Cecia]

Los días habían pasado tranquilamente. Sin noticias de mi padre de ninguna otra persona. Estar con Eder me hacía tanto bien, juntos lejos de los demás era mejor de lo que imaginábamos.

Todo hasta ahora iba perfecto, hasta que entró una llamada de Delten, la cuál nos alertó por que ya había marcado tres veces.

-¿Que pasa?

-Tu padre vino esta mañana, y se dio cuenta de que no estabas, por que le han marcado de la Universidad, debido a tus faltas.

-¿De verdad?... Tranquila, tu sólo no digas nada.

-Cecia... no puedo estar tranquila, tu padre ya te está buscando.

-¿Que?

-Como escuchaste. Tu padre ya se percató que escapaste, y eso no es lo peor... El sabe que estas con Eder.

-Por dios, ¿estas hablando enserio?

-Claro que si. ¿Por que tendría que mentirte respecto a esto?

-De acuerdo. Menos mal que no sabe en donde estamos.

-Por ahora. Tu lo has dicho, tu padre tiene muchas influencias, y pronto llegará con tu paradero. ¿Y sabes quien pagará las consecuencias?

-¡Callate! Se de lo que es capaz mi padre, pero yo ya no le tengo miedo. Ni a él, ni a nadie.

Colgué la llamada. Esto estaba sucediendo más rápido de lo que imaginé.
Pero no importa, como ya he dicho, esta vez nadie nos volverá a separar. ¡Nadie!

[Narra Eder]

Llegue al departamento, y lo primero que vi, fue la cara de susto que tenía Cecia. Algo no estaba bien, estoy seguro de eso. Me acerqué a ella.

-¿Esta todo bien?

-Mi padre sabe que estamos juntos. -Dijo tan despacio que con trabajo alcance a escuchar lo que dijo.

-¿Como sabes?

-Delten acaba de llamarme.

-Pero no sabe donde estamos, ¿cierto?

-Supongo que no. Esto iba a pasar, pero tranquilo, que si nos encontrará, tardará un poco. Mientras hay que tranquilizarnos.
Comenzó a besarme, ella si que sabía como tranquilizarme. El beso cada vez se profundizó más, en menos de minutos, ella ya estaba en el sofá, y mis labios recorrían su cuello. Ella se quitó la blusa, y yo la cargue, ahora sus piernas se encuentran rodeando mi cintura. Y de pronto ya nos encontrabamos en la habitación.
Poco a poco la recoste en la cama, y comencé a quitarme la playera. Ella me miro y sonrió. De momento a otro ella sólo se encontraba en ropa interior, y lentamente comencé a quitarle el sujetador. Todo iba tan rápido, que nuestros cuerpos estaban completamente desnudos. Mis labios recorrían todo su cuerpo, y sólo se escuchaban sus gemidos.
Lentamente y con delicadeza comencé a penetrarla, yo sólo podía escuchar sus gemidos y sentir cada movimiento que hacia.

Ella esta a mi lado, con su mano en mi pecho y su pierna está sobre la mía. Duerme tranquilamente, puedo sentir su respiración, la calidez de su cuerpo, y como se acorruca junto a mi.
Yo continuó despierto, recordando cada detalle. Esta pequeña me vuelve loco.
Poco a poco comienzo a quedarme dormido.

A la mañana siguiente, ella ya no esta a mi lado. Me pongo la pijama, y me dirijo hacia la cocina. Ahí está ella, tan bella como siempre, cocinando para nosotros dos.
Me acerco a ella, la abrazo por atrás y le doy un beso en la mejilla.

-¡Buenos días, princesa!

-Buenos días. ¿Tienes hambre?

-Si.

Colocó mi plato y el de ella en la mesa, trae el jugo y finalmente se sienta a desayunar conmigo.
Me quedo observandola por unos cuantos segundos hasta que ella me mira.

-¿Que me vez?

-Lo hermosa que eres.

-No sean tonto. Come ahora, va a enfriarse.

-Te amo princesa.

-Yo también te amo. Pero come ya. -Ríe.

Amo cada detalle de ella; Su voz, su risa, sus ojos, su cabello, su sonrisa, su aroma, su ternura, su estatura, su cuerpo... amo todo de ella.

Terminamos de desayunar, y ahora me toca a mi lavar los trastes.
Ella se dirige a la habitación, y enseguida sale ya cambiada.

-¿A donde vas?

-Vamos a dar una vuelta, ¿te parece?

-Me parece bien. Sólo terminó de lavar estos trastes y me cambió.

Termine de lavar, y enseguida me fui a cambiar. Estaba listo, salí y me dirigí a ella.

-¿Nos vamos?

-Vámonos. -Se levantó de un brinco y salimos del departamento.

Era un día fresco, el sol muy poco se asomaba entre las nubes. El aire corría con fuerza, sin duda, estos son mis días favoritos.
Caminábamos por la calle tomados de la mano, la gente nos miraba y sólo sonreía.
De pronto Cecia se detuvo justo enfrente de una tienda de ropa para bebés. Contemplaba cada ropita y juguetitos para bebés. De pronto me miro y sonrió.

-¿Que se sentirá ser madre?

-No lo sé, eso jamás lo sabré, yo soy hombre.

-Idiota. -Río. -¿Eder?

-¿Te escucho?

-¿Te gustaría tener hijos?

-Pero claro que si. Y mejor aún si es contigo. -La abrace y le di un beso en la frente.

-Sigamos caminando.

Después de esa pregunta que me había hecho, comencé a imaginarme como sería tener una hermosa familia con ella. Creo que... sería como sacarme nuevamente la lotería. Y digo nuevamente, por que la primera vez que me saque la lotería, fue cuando aceptó ser mi novia por primera vez. Tener un hijo con ella sería lo más hermoso.

Llegamos a un pequeño parque, casi no había gente, entramos y nos sentamos debajo de un árbol. Ella se recosto en mis piernas, y pasaba su mano por mi barba. Le gusta tanto hacer eso.
.
.
.
.
.
¡HAAAAAY! Imagínense a Cecia preguntándole eso a Eder, por Dios, morí JAJAJA.
¿Saben? He pensado en dejar de escribir, pues al parecer tengo lectores fantasmas. Muy pocos votos, muy pocos comentarios, y pues así no se vale. Yo me esfuerzo demasiado en cada capítulo.
En fin, gracias por todo. Disfruten este capítulo. Nos leemos ❤