Todo Cambia

Capítulo 21

•Capítulo Editado•

- Justin, explícame algo - dije totalmente sorprendida

Esas tres palabras salieron de mi sin yo darles permiso.

- ¿Qué? - se detuvo

Imité su acción. Dejé a mi mente actuar. Algo no tan normal en mi. Bajé mi cabeza avergonzada.

- Nada. Olvídalo - di un suspiro largo

Justin se volteó en mi dirección y vió lo que anteriormente vi yo. Bufó audiblemente. Tomó mi cara entre sus brazos varios segundos. Me apegó a su pecho como otras veces. Me eché a llorar. No podría aguantar más.

- Chiquita no llores - tranquilizó su voz - Luke es un estúpido. Aquí estoy yo para ti - pasó su mano por mi cabello verticalmente - No llores por favor. Sabes que no me gusta - me aferré más fuerte a el

Pasé mis brazos por debajo de los suyos y lo abrazé.

- Es imposible Justin - me quise separar de el pero no me lo permitió

- No es imposible chiquita. Piensa que yo estoy aquí para ayudarte a olvidarlo - me volvió a tomar de las mejillas y con sus pulgares secó las lágrimas a su alcance - Me lo prometiste -

Cerré mis ojos, con fuerza, sin emitir palabra, y asentí.

- Tienes razón, es cierto. Te lo prometí - quité sus manos de mi cara y me limpié las lágrimas que brotaron por mi sola

Justin sonrió. Su acogedora sonrisa se me contagió y no lo pude evitar.

- Así me gusta verte, sonriendo -

Eso que dijo me sonrojar, un poco.

- Ahora mismo hablo con mi hermano - soltó de la nada

Su blanca dentadura se esfumó y le dió paso a una mirada seria, llena de rencor y recuerdos desagradables.

- No Justin no - me posicioné frente a él - No quiero causar problemas -

Intentó quitarme de su camino pero lo hice detenerse. Noté como tensaba su mandíbula y apretaba los puños.

- Por favor Smith. No quiero que te siga haciendo daño - volvió a mirar por sobre mi hombro donde se encontraban Luke y Cristina en la esquina del pasillo - Si tu estás mal, yo estoy peor -

Nos quedamos en silencio. No sabía que contestar. Jamás me habían dicho algo así. Volvió a agarrarme de los brazos y echarme a un lado pero se lo prohibí de nuevo.

- No, no vale la pena - lo tomé del brazo incitándolo a seguir caminando junto a mi pero se negó, típico en chicos - ¿Ah no? - lo miré aún frente a él y me crucé de brazos

Me sonrió divertido y negó con la cabeza.

- Bien, como quieras - me di la vuelta dispuesta a seguir caminando pero sus brazos rodearon mi torso obligándome a detenerme

Sonreí para mis adentros.

Era obvio que lo haría. Orgullo masculino.

- ¿A dónde vas? - frunció su ceño tratando de parecer serio

Todo lo contrario, ese gesto lo hacía ver tierno y adorable.

- Por ahí - elevé mis hombros e hice un puchero

- Te acompaño - pasó su brazo por sobre mis hombros

- No - me negué y quité su brazo

- No te pregunté -