Capítulo 13

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•Capítulo Editado•

- Buenas tardes jóvenes. Su orden por favor - nos dijo la cajera.

Una muchacha joven de cabello negro y ojos azules como los de Sydney. Hermosa y joven por cierto.

Se veía muy amigable.

- Si. Eh. Una pizza mediana de queso - dijo Jacob mientras sacaba su billetera

Emma me agarró de la muñeca y nos fuimos a sentar al lado de un gran ventanal que daba vista a la calle.

En un rato, Jacob volvió con un recibo en su mano mientras guardaba la billetera en su parte trasera del pantalón con su mano libre. No tardó en sentarse. Había un silencio, pero no incómodo. Justamente hasta que me digné a hablar.

- Jacob léeme la mente - solté sin más

Jacob y Emma se miraron sorprendidos y luego a mi. Su cara daba risa. Deberían verlos pero intenté parecer seria.

- ¿Qué? - dijo el con nerviosismo en su voz

- Que me leas la mente - dije desafiante

- Pero Smith, yo no puedo - soltó una risa irónica - Yo no leo mentes -

- Ajá y a mi me gusta Luke - dije e inmediatamente me tapé la boca con mis dos manos y abrí mis ojos

Emma y Jacob me miraron igual de sorprendidos que yo.

- ¿Luke el de tu escuela? - preguntó Emma mientras se removía en su asiento

Simplemente negué con mi cabeza pero como quiera daba a entender que si.

- ¿Y porque nunca me contaste hermana? -

- No. Yo no puedo... - bajé mi cabeza mientras tartamudeaba

- ¿Jacob? - llamó uno de los repartidores

Al parecer la pizza estaba lista.

Jacob se paró y fue hacia allá. Emma, que estaba a mi derecha, me miraba creo que sorprendida. No podía mirarla a la cara y mucho menos luego de admitir que me gusta Luke.

- Hablaremos de esto en casa - me dijo amenazante

Tragué saliva sonorablemente y comenzamos a comer. Una pizza de 8 pedazos para los Smith es muy poco. Como siempre, soy la más lenta en comer lo que hace que Jacob y Emma se coman tres pedazos y yo solo dos.

Al terminar, salimos con dirección al coche de Emma. Esta vez, Jacob de conductor, Emma de copiloto y yo en los asientos traseros. Decido aprovechar esa oportunidad y me acosté como una reina.

El camino a casa fue muy silencioso. Solo se oía la música que estaba a un nivel mínimo y Emma tarareando. Yo simplemente me limité a dormir ya que no tenía nada más que hacer.

***

Sentí el auto estacionarse. Habíamos llegado a casa. Inmediatamente salí del auto para abrir la puerta y una desesperada y ansiosa Emma hizo que casi me cayera.

- ¡Rápido! ¡Rápido! ¡Tengo un porciento y estoy hablando con Patrick! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡No te puedes apagar y mucho menos ahora! - decía una y otra vez mientras abría la puerta y salía corriendo hacia su cuarto

Jacob y yo nos miramos y reímos a la vez.

- Está loca - dijimos a la vez lo que provocó que riéramos

Subí a mi cuarto vagamente y me tiré en la cama. Debía de haber algo que podía hacer. No me quiero ir a un mundo imaginario del cual se supone que soy como una reina. No lo permitiría y de eso no tengo duda.

- Creo que una ducha no te vendría mal Smith - dije en tercera persona

Justo me paré y Emma entró al cuarto. Giré los ojos al ver que tiene cepillos y gomas de pelo en sus manos. Se a que viene.

- Ya se. Necesitas mi pelo. Si pudiera me lo arrancaría pero no puedo así que aquí me tienes -

- Gracias - sonrió sin mostrar sus dientes

Emma actualmente está cojiendo un curso de cosmetología lo cual requiere prácticas fuera de la universidad/instituto al cual asiste y como soy su única hermana me presto para sus inventos aunque son muy lindos.

Me senté en mi silla giratoria y me solté la coleta que tenía. Emma me cepilló el cabello verticalmente provocando en mi algunos quejidos de dolor.

- Toma - me entregó una libreta y un lápiz. Lo cojí y lo miré extrañada - Apunta la hora que empiezo y termino - asentí

Miré mi reloj de pared, 5:27p.m. Apunté la hora como me había dicho Emma.

Comenzó por hacerme una trenza de lado. Al finalizarla, apunté la hora, 5:39p.m. Lo había hecho bastante rápido. Con su celular tiró una foto y luego me soltó la trenza. Continuó con la segunda. Una pequeña diadema en forma de trenza lo cual quedó en la parte de atrás de mi cabeza y creó varias ondas al final de mi cabello con una tenaza y unos papeles de aluminio que tuvo que buscar en la cocina.

Definitivamente si algún día me caso, me peinaría con ella.

Eran las 7:13 de la noche cuando Emma terminó de hacerme peinados bastante hermosos y sorprendentes. Mamá y papá habían llegado y nos solicitaron en la sala porque según ellos, tenían algo muy importante que decirnos.

Emma y yo bajamos mientras ella me terminaba mis dos trenzas francesas que le había solicitado. Llegamos a la sala y nos sentamos en los muebles de piel blancos. Jacob ya se encontraba y papá y mamá parecían preocupados.

- Nos vamos en dos meses - soltó papá dejándonos confusos a los tres

- ¿Qué? - pronunció Emma lo que me hizo tensarme

- Nos vamos en dos meses. Mañana su padre tiene que cojer un vuelo a las 5:30 de la mañana para Chicago y regresa en un mes y yo tengo que acompañarlo. Jacob quedas a cargo de tus hermanas hasta que regresemos - dijo mamá lo que hizo que los tres abriéramos la boca bastante grande

- ¿Pero así sin más? ¿Se van y nos dejan y luego nos vamos? - dijo Jacob furioso

- Lo siento hijo pero sí - dijo papá asintiendo

- ¡Esto es una mierda! - gritó Jacob haciéndonos sobresaltar a todos - Se van, nos dejan y después vuelven por nosotros para largarnos a la estúpida escuela esa en la que ninguno quiere asistir y eso no es nada, nunca han estado para nosotros, siempre trabajando y haciendo estupideces para que vivamos felices pero ¿saben porqué no lo somos? -

- ¡Jacob ya basta! - gritó mamá mientras le daba una cachetada  - ¡Siempre hemos estado para ustedes y les hemos dado todo! ¿Así es como nos quieren agradecer? - volvió a gritar mamá con lágrimas en los ojos

Jacob estaba tocando su roja mejilla derecha mientras intentaba no llorar. Yo en lo personal estaba furiosa. Todo lo que decía Jacob era verdad. Emma miraba a papá y a mamá con rencor al igual que Jacob.

- ¡Me largo de este maldito infierno! - gritó Jacob pateando todo a su alrededor

Agarró las llaves de su auto que estaban en la encimera y salió dando un portazo. Emma lo acompañó y pude ver como le quitaba las llaves de su auto y se sentaba en el asiento del piloto.

Solo quedábamos mamá, papá y yo en la sala. No sabía que decir. Cada cual tiene su punto de vista razonable. No tuve más remedio que subir a mi cuarto y tirarme en la cama. Nada de esto tenía sentido.

- No sé en quien creer. Necesito a Sydney - sollocé

Seguí llorando hasta que estuve semi-inconsciente. Poco a poco mis párpados se iban cerrando por lo pesados que estaban hasta que me rendí. Mañana sería un nuevo día.

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¡Hola chicos, chicas, unicornios y seres del más allá! ¿Como están? Nosotras bien :) Tengo un juego nuevo. Comenten su parte favorita de la novela hasta ahora y por qué.

¡Byeeeeeeeee! ¡Los queremos!

  Se despiden floreslm3 y jarennys_

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