Capítulo 24

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•Capítulo Editado•

A lo lejos habían tres chicos. Unos cinco metros aproximados.

Dos altos y uno medio. Uno de los altos, camisa blanca, musculoso, castaño, me daba la espalda.

Los otros dos vestían de negro y tenían máscaras.
El más bajo, supongo universitario, tenía pelo rubio y ojos penetrantes y llenos de furia, mucha. Llevaba una pistola en mano, apuntando al de camisa blanca.

El otro era pelinegro y bastante musculoso. Su boca se movía como si dijera algo o se riera.

Los tres estaban en un callejón, oscuro por falta de postes de electricidad pero iluminado por la luz del sol.

Intenté levantarme pero me fue imposible, algo me lo impedía. Me impedía moverme incluso. Sólo podía observarlos.

Apesar de la distancia, podía ver sus gestos. Era como si yo fuera parte de la escena.

El de pelo negro extendió su mano exigiendo algo. ¡Lo estaban asaltando!

La vista se me nubló y no pude ver nada. Escuché un disparo y gritos. Abrí y cerré mis ojos rápidamente queriendo ver.

Poco a poco la imagen se me hizo más clara. Los dos de ropas negras habían salido corriendo. El rubio tenía la máscara en mano pero estaba de espalda.

Hice un mayor esfuerzo por moverme pero sólo me podía arrastrar. Así intenté hasta llegar cinco pies más adelante. Ya sé, la gran cosa.

La imagen del chico se me hizo más clara. Estaba tirado en el suelo con su mano sobre el abdomen y estaba sangrando a mares.

No podía hacer nada. Ninguno de los dos. Observé a mi alrededor y no había nadie a quién podría pedir ayuda.

Grité pero nadie me escuchaba. Volví a gritar pero nada, fue en vano.

••••

- ¡Smith, despierta! -

- ¿Justin? - susurré

- Si cariño, soy yo - susurró y abrí mis ojos

Sentí una mano fría pasar por mi mejilla y otra acariciar mi cabello.

Me fijé bien en lo que me rodeaba. ¡No estaba en el callejón! Estaba en mi casa, en los escalones, con Justin.

- ¿Qué pasó? - me pasé una mano por la frente y noté que estaba sudando

- No lo sé - me ayudó a apoyarme ya que estaba recostada sobre sus brazos y piernas cruzadas - Primero estabas como si te hubieras mareado, y luego te desmayaste y minutos después empezaste a gritar. Pedías ayuda y-y yo estaba muy asustado - se detuvo y me miró preocupado - ¿Qué pasa? -

Sus hipnotizadores ojos me impedían hablar. Poco a poco empezé a recordar que había pasado. No me atrevería a contarle.

¿Y si pensaría que estoy loca? ¡No!

- Eh, yo. No lo sé. Todo fue muy extraño - dije siendo consciente de que sabía exactamente que había ocurrido

¿Y si fue otra de los visiones? Lo más probable. ¿Y si así fuera, quienes serían esos chicos?

- Por favor, dime que has visto - dijo mirándome directamente, como si supiera todo

- ¿Qué? ¿Cómo que si que he visto? -

Eso que dijo me dejó fría. No le había dicho nada a nadie de los visiones y esas cosas.

- Sí. ¿Qué has visto? - dijo con casi un hilo de voz

¿Estaría realmente preocupado? Me callé pensando en las palabras que utilizar.

- Por favor dime que no ha sido nada malo - me tomó fuertemente por los hombros

- Eh, no. No he visto nada, todo ha sido negro - mentí

Pareció dubitativo pero esa explicación fue suficiente, creo. Me abrazó. Todavía no captaba porque el motivo.

La puerta de entrada se abrió desesperamente. Como reacción, me separé de el bruscamente y le di un pequeño empujón en el pecho.

Emma salió detrás de ella y estaba llorando. Tenía su bolso en mano y las llaves de su auto lo que significaba que saldría.

Al vernos se tiró sobre mi y me abrazó sollozando. Miré a Justin por sobre el hombro de ella. Ambos nos encontrábamos igual de sorprendidos y confundidos.

La abrazé y traté de tranquilizarla.

- ¿Qué pasó Emma? - hablé lo más tranquila que pude

- Es Jacob - chilló y no la logré entender con claridad - ¡Está en el hospital! -

Eso lo entendí con claridad. ¡Jacob estaba en el hospital! Abrí mis ojos grandemente y dejé de abrazarla pero ella me apretó más.

- ¿Qué? ¿Cómo? - tartudeé

Mis ojos se empezaron a humedecer. Estaba en shock.

- Mamá, ma-má me llamó y-y - la interrumpí

- Tranquilízate por favor - exigí

Ella asintió y respiró profundo. Cuando ya estuvo más calmada continuó hablando.

- Mamá llamó y me dijo que Jacob había recibido un balazo y está en el hospital - dicho eso comenzó a llorar nuevamente

Abrí mis ojos como platos y no pude emitir ningún sonido o palabra. Realmente estaba en shock. ¡No! ¡Jacob no!

Esto no podía ser posible. Jacob no podía estar en el hospital. ¡Él no!

Eso quiere decir que sí, ¡sí tuve una visión!

Miré a Justin queriendo recibir una explicación o que me dijera que eran mentiras. Que Jacob no estaba en el hospital y esto era una vil mentira.

Me dió una mirada de compasión y miró al suelo triste. No creo que conozca a mi hermano pero al vernos así sabe que es alguien importante.

- ¿En que hospital está? - preguntó Justin llamando nuestra atención

Miré a Emma. Lo miraba extrañada. Era obvio, no lo conocía.

De la nada tronó. Los tres nos sobresaltamos. Miré a mi alrededor y estaba empezando a llover. Entre los tres nos miramos. Me levanté del suelo junto a Emma y me sequé las mejillas.

Miré a Justin y supe lo que pensaba. Quería buscar un paraguas en su auto. Le tomé el brazo y me miró.

Negué.

- No te vas a mojar - sonreí

- Pero - lo interrumpí

Recordé lo que mamá me había dicho. Yo podía controlar la naturaleza. Eso también significaba que podía controlar el tiempo fuera.

Miré a Emma en busca de ayuda. Jamás lo había hecho.

- Concéntrate - me susurró casi al oído con su voz toda distorsionada por los mocos

Asentí.

Me concentré en hacer que parara. Miré hacia afuera y pensé en todo seco. Sin una gota de lluvia.

No sé cómo lo hice pero la lluvia dejó de caer. Discretamente miré a Emma y sonreí. Si es que podía sonreír sintiéndome de la manera en que lo hacía.

Los tres nos dirigimos al auto de Justin. Me senté en la parte trasera junto a Emma y al recordar el motivo me invadió la nostalgia y la tristeza.

Mi hermano no podía morir.

Él no.

Empecé a recordar momentos que habíamos pasado juntos. Los dos. La escena de celos que le hice una vez en la primaria. La chica salió hecha una furia y a los días terminaron.

Inconscientemente me reí. La cara de esa chica valió mucho.

Suspiré.

- Nada de eso tenía que cambiar porque Jacob saldrá bien - pensé

Eso era lo que quería creer.

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