17. Reencuentro.

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Silvia salio de bañarse cogió el vestido estampado que tenia en la cama y los zapatos planos se lo puso y se miro al espejo como ya era costumbre desde hacia ya unos meses, se acaricio su pancita sin dejar de sonreír. Después de vestirse desayuno, arreglo su recamara y salio a la cita que tenia con sus amigas.

Alma y Marina platicaban animada mente mientras esperaban a Silvia, las dos estaban deseando de volver a encontrarse con su amiga ya que desde que se arruino su boda no pudieron hablar con ella.

- ¿Crees que si venga?.

- Si Marina, estuve hablando largo rato con Silvia y la note muy animada, feliz.

- Pues que bueno que por lo menos ella este mejor por que mi hermano esta muy deprimido aferrado al alcohol y sin ganas de nada.

- Es normal ya que lo que les paso no fue justo para ninguno de los dos.

- Si lo se, quien iba a dar que su gran día se iba arruinar de esa manera tan ilógica.

- Solo espero que...- Alma fue interrumpida cuando noto que alguien estaba detrás de ella.- Silvia.

Las dos mujeres se sorprendieron al ver a su amiga con un vestido premamá que hacia que se le notase su pancita de bastantes meses. Las dos se pararon de sus sillas y fueron a abrazar a Silvia aun sin poder creer la gran sorpresa que ella les había dado.

Las tres mujeres se sentaron y llamaron al mesero para que les tomara nota de lo que iban a pedir.

El mesero se acerco a la mesa y les comenzó a tomar nota.

- Yo quiero un café lacteado y unos hot cakes.- dijo Alma mientras terminaba de mirar la carta.

- Pues creo que yo tomare un té y unos hot cakes.- Marina miraba la otra carta que había cogido de una mesa.

- Pues yo voy a tomar un chocolate, unos hot cakes, una rebanada de pastel de chocolate y otra rebanada de pastel de fresa y fruta.- dijo Silvia mientras se acariciaba la barriga, notando como su bebé se estaba moviendo.

- Ok, en unos minutos saldrá su mandado.- Contesto el mesero terminando de tomar nota.

Poco después llego el mesero con el pedido de las tres mujeres.

Alma se marcho al lavabo mientras que Silvia y Marina ya habían comenzado a comer.

- Wow amiga ¿no crees que es mucha comida para ti sola?.

- No, no es mucha comida, a demás si quiero que mi pequeño Jorge nazca fuerte tendré que comer muy bien.

- ¿Vas a llamar a mi sobrino Jorge?.

- Si, mi bebecito se va a llamar como su papá .

Silvia no podía ocultar su felicidad. Su embarazo no había sido planeado pero no le importaba por que iba a tener un bebé del hombre al que tanto amaba, y con el que ya no podía estar por una mala jugada del destino.

Alma volvía a la mesa junto con sus amigas se sentó y continuo tomando su café. Tenia una noticia muy importante que darle a sus amigas. Tomo el ultimo bocado de sus hot cakes y un poco de café antes de contarles a sus amiga a que se debía su felicidad.

- Bueno muchachas se preguntaran por que las cite aquí.

- Pues la verdad es que si Alma.- le dijo Marina.

- Les tengo una sorpresa increíble, que les va alegrar mucho.

- A ver si es tan increíble y emocionante como la sorpresa que nos a dado Silvia.

- Tanto como la de Silvia no creo...Pero hay les va. Chicas en dos semanas me voy a casar con Santiago.

- No, ¿en serio? felicidades Alma. Me da mucho gusto deberás.- Silvia le sonreía mientras se recostaba en su silla y volvía acariciar su pancita.

Mi vida enteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora