Capítulo 1: Soy Joe
-gracias por esta noche- dije mientras nos deteníamos fuera del edificio en el que yo vivía.
-gracias a ti por invitarme- me dedicó una de esas sonrisas que me estremecían, provocando que una risita nerviosa se escapara de mis labios.
-digamos que ambos lo necesitábamos- miraba esos hermosos ojos color miel -tuvimos una semana muy dura y necesitábamos salir a despejarnos-
-nos vemos mañana- de improvisto se acercó y besó mi mejilla muy cerca de la comisura de mis labios, el contacto de su boca sobre mi piel hizo que cerrara mis ojos disfrutando de su cercanía, de su perfume, de él. -qué descanses- susurro antes de irse, dejándome embobada, tanto que parecía que estaba flotando.
Se subió a su auto e hizo sonar la bocina, yo le respondí despidiéndolo con mi mano, luego fui a mi departamento. Al cerrar la puerta, deje caer mi cuerpo al piso con la sonrisa más grande que mis labios pudieran dibujar, un suspiro de amor inundó mi casa y mis ojos estaban maravillados por lo que acababa de pasar.
Ese beso había sido distinto a todos, no era la forma en la que nos saludábamos siempre, no era el corto abrazo de amigos o el beso en el que chocábamos nuestras mejillas. Me había besado como nunca lo había hecho. Sería la señal que yo tanto había estado esperando, acaso por fin se enamoró de mí.
Yo prácticamente saltaba de felicidad porque había esperado esto por años. Lo amaba en silencio desde hacía 4 años, 4 largos años en los que yo esperaba a que me viera como algo más que su mejor amiga.
La mañana siguiente desperté muy ansiosa, lo pensé mucho y decidí hablarle de mis sentimientos. Me puse a recordar todo lo que pasó y me di cuenta que en estos últimos días Justin me trataba diferente, a veces sentía como me miraba, sus sonrisas y el beso que me dio, fue lo que hizo que me decidiera. Yo estaba segura que él correspondería a mis sentimientos.
Me bañe rápidamente, porque sabía que perdería tiempo eligiendo qué usar y así fue. Luego me prepare un café con tostadas y un vaso de jugo. Mientras desayunaba tome mi celular para revisar si es que él me había enviado un mensaje. Miré mis redes sociales y cuando abrí Facebook vi algo que sinceramente no esperaba.
De la impresión el teléfono se me cayó de las manos y derrame sobre mi ropa el jugo de naranja. Sentí rabia, enojo y desilusión, tenía ganas de gritar, de romper algo que no fuera mi corazón.
Corrí a mi habitación y me acurruque sobre la cama, lloraba desconsoladamente. Me sentía tan estúpida, él no tenía la culpa porque jamás me insinuó algo, ni me ofreció nada más que su amistad.
El amor me hizo ver cosas donde no las había, me ilusione y soñé con algo que jamás pasaría. Lo peor de todo es que siempre fue así.
Él y yo no hablamos de relaciones amorosas porque Justin se dio cuenta de que me incomodaba, pero yo siempre supe que tenía novia.
Mi mejor amigo no solía hacer publicaciones en sus redes sociales, pero cuando lo hacía era por un motivo en especial, y fue por eso que supe que tenía una relación.
Sinceramente no tenía ánimos de ir a la universidad pero no me gustaba faltar, así que cuando me sentí más tranquila y me convencí de que era una estupidez sentirme así por algo que yo muy en el fondo sabía que no iba a suceder. Me cambié de ropa y me fui.
Durante la mañana estuve evitando a Justin, porque por algún motivo estaba enojada con él, como si fuera que tuviera la culpa de que yo estuviera enamorada e ilusionada con él. Y en ese momento estaba siendo tan inmadura que prefería creer que el culpable era Justin.
Era culpable de ser tan encantador, tan sincero, de tener una bondad infinita, sentido del humor. Unos ojos color miel que eran mi mundo y la sonrisa más bella que mis ojos hubieran visto. Sumando a su belleza y un tonificado abdomen, con sus brazos cubiertos en tatuajes. Lo sé, estaba siendo muy injusta e inmadura.
Iba en el ascensor con destino al décimo piso del edificio, en busca de mi cama para encerrarme el resto del día. Apenas crucé la puerta, sentí un golpe seco, impulsivamente cubrí mi cara con las manos, pensando que caería al suelo. No sentí el piso, y cuando quite mis manos me encontré con unos ojos color avellanas y dos tupidas cejas levantadas que me observaban con sorpresa. -discúlpame- dijo -¿estás bien? -preguntó con preocupación.
Sus manos sostenían mi cintura con firmeza, evitando que hubiera terminado en el piso. Poco a poco me soltó, dándome espacio. -si... sí, estoy bien- musité -perdón- dije al ver una caja tirada con unos libros desparramados -venía distraída y no te vi- me agaché para recoger las cosas que había tirado al chocar con él -espero no haber roto nada- dije mientras guardamos los libros en la caja.
-solo son libros- me dedico una pequeña sonrisa -no rompiste nada- tomó la caja de cartón en sus manos -por cierto, soy Joe-
- _____ - le sonreí avergonzada.
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Hola, cómo están?
No podía más con la ansiedad por comenzar a compartir los capítulos de esta novela. Estoy muy feliz por volver a escribir sobre los Jonas, antes escribía en Metroblog, y después dejé de hacerlo porque no tenía tiempo.
Me moría de ganas de escribir sobre mis ídolos pero no se me ocurría una idea para una novela que me dijera, esta es para Joe, y en esta van a estar los Jonas, y fue que después surgió esta.
Siempre escribi sobre Joe, porque es mi Jonas favorito, aunque los ame a los tres, pero mi dj danger tiene algo especial para mí.
En estos días subiré el segundo capítulo porque estoy muy ansiosa porque lo lean. Les agradezco mucho por acompañarme en esta historia.
Que estén muy bien y un beso enorme.
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Cuando te encuentre [Joe Jonas y tú]
FanfictionLlevaba años enamorada de mi mejor amigo, pero un día, cuando nada parece salir bien, llega él a mí vida. Joe, el muchacho de los ojos color avellanas y la sonrisa encantadora, y cuando ya estaba comenzando a olvidarlo, Justin vuelve para confundirm...