Capítulo 16: Te amo
Cuántas veces había soñado con ese beso, cuántas mañanas, tardes y noches habíamos estado juntos y yo deseaba que él se animará a dar ese paso, cuantas veces había pensado en ese momento, en cómo sería sentir sus labios. Que sentiría que fuera sólo mío, estar entre sus brazos, en tomar su mano. Había soñado con esto miles de veces.
Y en ese momento no lo disfrutaba, no me sentía como yo lo había imaginado. La culpa se apoderaba de mí, el miedo porque alguien pudiera abrir esa puerta me consumía. Bruscamente me aleje de él y salí corriendo, quería llorar, me sentía terrible y a la vez tan estúpida. Yo había deseado eso más que nada y cuando por fin lo tenía sólo podía huir. Que cobarde me sentía.
Él no me dijo nada, ni siquiera me siguió, y no estoy segura de que habría hecho si hubiera ido detrás de mí; pero de mi cabeza no podía borrar su mirada de desconcierto. Y por otro lado esa imagen de Hailey y Joe me carcomía. Salí al patio en busca de calma, necesitaba tomar aire, necesitaba tranquilizarme para poder hablar con Emma.
No sé cuánto tiempo estuve sentada con la mirada perdida, pero el sonido de un relámpago me hizo reaccionar. Parecía que se avecinaba una tormenta, en la casa ya quedaban pocas personas pero demasiados vasos plásticos de color rojo tirados, junto a pequeños grupos en los que solo unos pocos lograban mantenerse de pie. Tragué saliva y entre a buscar a mi mejor amiga, recorrí cada rincón pero no lograba encontrarla.
Al salir afuera fui en busca de su auto, porque yo sabía que no podía haberse ido sin mí. En efecto, el vehículo seguía ahí, y cuando estuve a punto de llamarla, alce mi vista y a pocos metros de mí lo vi intentando abrir la puerta de su automóvil. No podía sostenerse, a leguas se notaba que estaba muy borracho. A pesar de lo confundida que podía estar, y de lo mucho que deseaba mantenerme lejos de él, jamás me perdonaría si algo le pasaba.
Cuando al fin logró abrir la puerta, yo corrí para arrebatarle las llaves -ni pienses que vas a conducir en ese estado- le advertí, mirándolo de forma desafiante.
Me observo confundido -estoy perfecto- balbuceo mientras intentaba mantenerse lo más erguido posible -devuélveme las llaves- yo extendí mi brazo hacia el cielo, él me arrincono haciendo que mi espalda golpeara contra su auto, estaba tan cerca de mí que podía sentir su respiración agitada. Una de sus manos tomó la mía, era obvio que me quitaría las llaves porque me rebasaba en altura, pero solo tomó mi mano y la apoyó en su pecho. Otra vez mi corazón quería salirse de mi pecho.
Tragué saliva -no quiero que manejes así- hable con un hilo de voz, me sentía tan indefensa delante de él -vámonos juntos, yo te llevo- lo mire directo a sus ojos, esos ojos color miel -por favor- supliqué.
No me respondió pero si se alejó de mí. Luego de que le ayude a subir, nos fuimos, un incómodo silencio nos invadió, y cada vez que podía le dedicaba una mirada discreta, él parecía dormir. Nunca en mi vida lo había visto así, yo sabía que bebía pero no al punto de no ser capaz de mantenerse en pie.
Por suerte, la fiesta no era muy lejos de su casa. Justin vivía en un barrio privado que estaba alejado de la ciudad, yo rogaba que en ese momento no se encontrara su madre, porque no tenía cabeza para dar explicaciones. Luego de estacionar, baje a Justin con mucha dificultad. Pase uno de sus brazos sobre mis hombros, mientras rodeaba su cintura para sostenerlo y comenzar a caminar -necesito que me ayudes- decía sin oír respuesta - no puedo sola-
Demoramos bastante pero pudimos llegar al segundo piso donde se encontraba su habitación. Al lograr sentarlo sobre la cama, le quite la remera que estaba mojada porque al parecer se había derramado cerveza. Primero quite sus brazos, y cuando llegó el turno de su cabeza sentí que me tomaba de la cintura.
Su tacto hizo que mi piel se erizara, yo intenté apartarme pero termine cayendo sobre él en su cama. -esto no está bien- susurré intentando ponerme de pie.
Me jalo del brazo -no te vayas- musitó -quédate conmigo- quería contener mis lágrimas, definitivamente esto no estaba bien -por favor-
-no me hagas esto- me senté sobre la cama con mis manos cubriéndome el rostro.
Se sentó a mi lado -tú no me hagas esto- apartó mis manos, para que me encontrará con sus ojos, sus ojos con lágrimas como los míos -yo te amo- esas tres palabras me dieron en los más profundo de mi corazón, haciendo que me estremeciera por completo -ya no puedo más con esto- ¿acaso era producto del alcohol? -déjame estar contigo-
-no me digas eso- me puse de pie -esto no está bien, tú tienes novia y yo tengo...- callé, no le iba a mentir diciéndole que tenía una relación con Joe, pero me sentía tan mal como si así fuera, me sentía como si le estuviera fallando.
Camine hacia la puerta y solo oí que grito mi nombre pero no fue detrás de mí. Yo salí lo más rápido que pude.
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Cuando te encuentre [Joe Jonas y tú]
FanfictionLlevaba años enamorada de mi mejor amigo, pero un día, cuando nada parece salir bien, llega él a mí vida. Joe, el muchacho de los ojos color avellanas y la sonrisa encantadora, y cuando ya estaba comenzando a olvidarlo, Justin vuelve para confundirm...