La carta

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Logré encontrar la habitación de mi madre y me puse a buscar. Una parte de mi decía que no encontraría nada ya que ¿por qué mi madre se llevaría todo a Alemania excepto aquello? pero otra me decía que cabía la posibilidad que se olvidara algo o no supiera que estaba allí.

Tras buscar en armarios rotos, en mesillas de noche, en baúles viejos...no encontré nada. En eso que se me pasa por la cabeza mirar en el colchón,qué tontería, ¿no? pero sino llego a mirar ahí no hubiera descubierto unas fotos antiguas de mi madre y un grupo de amigos.

Contenta, me las guardé en el bolsillo y seguí buscando más. A pesar de poner mi empeño y fuerzas en encontrar información, no hallé nada. Bajé al salón y me senté en el sillón polvoriento:

-¿Qué habéis encontrado?-pregunté curiosa.

-Unas fotos-dijo Merche poniéndolas sobre la mesa.

-Yo unas cartas-dijo Dennis.

-Una flor-dijo Carol.

-Una botella de Ginebra-dijo Melissa.

-Yo más fotos...-dije depositandola junto al resto de objetos.

Nos pusimos a mirar las fotos todos juntos, se trataban de fotografías de una fiesta:

-Debió organizarse en esta casa, pues la lámpara y el cuadro de esta foto concuerdan con los de aquí-dijo Merche.

-Mirad,ese es mi tío y la chica del vestido azul celeste y rasgos negros de al lado...debe ser Katherine-dije señalando la foto.

-Pero...mira esta...es de la misma fiesta y Katherine está distinta-dijo Carol

-Déjame ver-dije extrañada tomando la fotografía.

-Es cierto, aquí aparece con un vestido rojo-dijo Merche,quién la observaba a mi lado.

-¿Veis eso?-preguntó Dennis señalando el brazo de Katherine-tiene una venda.

-Verdad-dijimos todas.

-¿Pero que fue lo que sucedió entre una foto y otra para que ella aparezca herida y cambiada?-preguntó Carol.

-No lo sé...

-¡Cuántos amigos tenía tu madre!-exclamó Merche.-¡Tiene un montón de cartas de distintos amigos...!

Las cogí rápidamente y las fui pasando para verlas. Algunas estaban algo deterioradas, como si hubieran sido medio quemadas.

-¿Dónde las has encontrado, Dennis?-dije sin dejar de mirarlas.

-En las cenizas de la chimenea, ¿por?

-Por qué hay algunas un poco quemadas, puede que se le cayeran al fuego sin darse cuenta o las tiraron para quemadlas.-dijo Melissa pensando.

Leímos las cartas pero  hubo una...:

Querida Charlotte:

Quería decirte que aún sigo en vida,no fallecí delante tuya sino que me salvé.Sé que te has mudado pero te he enviado la carta con esperanza a que un día, cuando vuelvas, la leas.

Te quiero dar gracias por acogerme en tu hogar cuándo lo necesitaba y tratarme fenomenal.

Significaste mucho para mi. No solo tuviste que aguantar mis estupideces, torpezas y problemas sino que me tuviste que curar heridas incluso, algunas, del corazón.

Lamento haberte echo enfadar en alguna ocasión o haber recibido durante un tiempo el protagonismo.

Te desea lo mejor...


Yo y mi querido lobo: El retorno del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora