La verdad

243 37 4
                                    

No sabíamos dónde ir ahora, ni teníamos ninguna pista que confirmará que mi tío estuviera vivo,ni sabíamos dónde encontrar a Katherine...estábamos como en el principio.

-¿Alguno presenció la muerte de Elioth o de Katherine?-preguntó Melissa.

-No, ninguno-dijo Diana un poco triste.

-Solo nos enteramos un día más tarde de sus muertes-dijo Christine.

-¿Pensáis que alguno de los dos podría estar vivo?-pregunté yo.

Todos hicieron un silencio, parecían angustiados ante la pregunta.

-Chicos...¿alguno?-dijo Melissa sospechando.

-Y...yo...yo... se que...-dijo tartamudeando nervioso Emilio.

-¡Cállate Emilio!-exclamó Sam.

Me puse delante de todo el grupo y los paré:

-Aquí alguno sabe algo, es más, todos vosotros sabéis algo pero lo encubrís,¿ Qué sabéis?-pregunté.

-No sabemos nada-dijo Sara.

-Soy menor que vosotros pero no por ello debo ser tan idiota como para creerme que ninguno sabéis nada.

Todos se miraron mutuamente, en silencio y angustiados.

-¿Nadie va ha decir nada?-pregunté de brazos cruzados- Se trata de mi tío, vuestro amigo, y de vuestra amiga Katherine.

-Yo sí tengo algo que decir-dijo Mario.

-¿El qué?-pregunté entusiasmada.

-Tengo que decirte que aquí nadie sabe nada y aunque lo supiéramos, no tendríamos por qué contárselo a una panda de niñatos-contestó él.

-¡Me tenéis harta! ¡Hemos viajado desde Alemania, sin permiso mi madre, tan solo para saber si mi tío está realmente muerto!¡Y vosotros no tenéis empatía!-grité enfadada.

Ninguno dijo nada y tuvimos que continuar andando en silencio.

Pronto, llegamos a la cuesta que conducía a la casa del secuestrador:

-Bien, ahora que somos muchos, vamos a entrar y a hacerle pagar por lo que le hizo a Shere y Melissa-dijo Merche decidida.

-¿Qué ocurrió?-preguntó Diana.

-Nos secuestró-dijo Melissa.

Aquel grupo se mostraron temerosos:

-Mejor no entremos-dijo Sara

-Podría tener un arma-dijo Emilio.

Se notaba en su voz y mirada, que no era ese el motivo por el cual no querían entrar.

-Que más da, el niño parecía conocernos y tal vez saben algo de nuestro tío o de Kate-dijo Melissa.

-No entréis, no hay ninguna posibilidad que él sepa algo-dijo Christine.

-Si no queréis venir, quedaros aquí-dijo Carol.

Nosotros subimos la cuesta y llamamos a la puerta. Nos abrió el chaval:

-¿Qué queréis?-preguntó Nicholas.

-Queremos hablar con vosotros-dijo Dennis.

-No os conocemos-contestó Nicholas.

En ese momento, salimos nosotras dos de atrás de Carol y Merche. Nicholas se quedó asombrado al vernos:

-Pero a ellas sí-respondió.

Nos miramos extrañados.

-Solo pueden pasar ellas dos.

-No, pasamos todos. No van a entrar solas-dijo Merche.

-Esta bien, solo podrá entrar de acompañante uno de vosotros.

Al final, Dennis entró con nosotras.

Nos ofrecieron sentarnos en el sucio sofá. Apareció el secuestrador y la chica.

-Vaya...vaya...mira quienes aparecieron, las fugitivas-dijo él

-Eres el ser más ruin de la tierra, secuestrar a dos jóvenes inofensivas...-dijo Dennis lleno de rabia.

-No las quería herir, ni hacer nada malo, solo que creímos que eran unos familiares....lejanos-dijo el hombre-Y queríamos asegurarnos.

-Sabemos que eres hombre lobo-dijo Melissa.

Él miró a su mujer y se sentó delante nuestra:

-Chicas, ¿vuestra madre se llama Charlotte?

Melissa y yo nos miramos asustadas,¿porqué sabía el nombre de nuestra madre?:

-¿Cómo lo sabes?-pregunté.

-Me llamo Elioth, mi mujer se llama Katherine-dijo serio.

-¿E...eres...-dije tartamudeando.

-Soy tu tío-dijo abriendo sus brazos.

Llorando corrí hacia él.

-Pero...creíamos que estabas muerto-dijo Melissa hecha un mar de lágrimas.

-Lo sé, Kate y yo lo habíamos planeado todo, todo lo que vieron y creyeron nuestros amigos y familiares, era mentira.

-Pero...¿y el atropello? ¿ y la hoguera?-pregunté curiosa.

-¿Qué ha sido de vosotros todo este tiempo?-preguntó mi hermana.

-Os contaremos todo desde el principio...-dijo Katherine

Yo y mi querido lobo: El retorno del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora