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Al verla, el hombre dejó caer lo que tenía en mano y su expresión rigida se relajó.

Debra tenía un aspecto deplorable, a simple vista se veían los golpes en su cara, brazos y piernas.

-No me haga nada, por favor. Ya me iba- dijo Debra asustada.

El hombre se acercó y le extendió su mano, al tomarla, se sorprendió de cuan pequeña y suave era.

-Que te ha sucedido?- preguntó consternado.

Ella no le respondió, miró hacia la puerta y trató de escapar. El hombre la tomó entre sus brazos, bloqueandola.

-Quieta!- gritó

-Aaaah!!!- Gritó de dolor, ella.

La liberó cubriendole el espacio para que no pudiera pasar.

-Discúlpame... Te duele?- preguntó.

-Mucho...-Dijo tímida, Debra.

Estaba apenado, la joven que tenía frente a él no parecía la misma que había visto antes.

-Ven, sigueme pero sin escapar.-ordenó él.

Debra lo siguió hasta el salon de su casa.

-Siéntate- dijo

Debra se sentó tratando de ocupar el menor espacio posible en el sofá.

-Te apetece algo de bebe?- preguntó el hombre.

-Si... Gracias.- respondió.

El hombre se dirigió a la cocina, dejándola sola.

Debra observó con detenimiento el lugar, no parecia ser la casa del mismo hombre que veía siempre sucio. Estaba ordenada y limpia. No tenía muchas cosas, no había fotos ni nada por el estilo.

El hombre volvió con un vaso de jugo y un sándwich, lo puso sobre la pequeña mesa que había frente a ella y se sentó en un sofa pequeño a su lado.

El hombre le señaló el plato, invitandola a comer. Lentamente ella tomó el sándwich y lo llevó a su boca. Sentía que había pasado una vida entera sin probar algo tan delicioso y fresco. Mientras comía ninguno hablaba, él la miraba atentamente y se esforzaba por no reír ante la velocidad con la que devoraba el sándwich. Luego de haber bebido el jugo, Debra se limpió la boca con la mano y siguió mirando el salón.

-Entonces es a ti a quien buscan?- dijo el hombre.

-Si, seguramente.- Contestó.

-Como te llamas?- preguntó.

-Debra.-dijo.

-Yo me llamo...-

-Usted es el hombre que todo lo arregla.-lo interrumpió, robandole una pequeña risa.

-Asi es me dicen?- preguntó.

Debra asintió con la cabeza y volvió su mirada hacia él.

-De todos modos, me llamo Kevin.- dijo acercándole su mano en señal de saludo. Debra apreció el gesto y le sonrió.

-Que te ha pasado? - señalando las heridas.

Debra no le respondió, bajó su mirada y se puso de pié.

-Es mejor que me vaya.- dijo ella.

-Y donde piensas ir?- preguntó Kevin.

-A... Un lugar...- dijo esquivando la mirada de Kevin.

Él levantó y se acercó a Debra. La joven empezó a caminar lentamente hacia atras, temblaba, su mirada la incomodaba. No podia creer que fuera a sucederle todo de nuevo.

-A un lugar?... Y como llegaras alli? Que piensas hacer luego?- Se quedó quieto a poco menos de un metro de Debra.

No pudo ir mas hacia atrás, a su espalda estaba la pared. Se quedó en silencio, mirandolo, rogando con la mirada que no pusiera sus manos sobre ella.

Con una mano, a la altura del estómago, tomo la bata que aún llevaba puesta Debra. Comenzó a agitarse, no sentía su mano, porque él no llegaba a tocarla. "No lo hagas, no por favor" pensó.

Fijó su mirada sobre la de ella mie tras conenzaba a descubrir lentamente sus piernas.

-Basta, por favor.- dijo Debra, mientras las lágrimas caían.

Él se detuvo antes de llegar a sus partes íntimas, dejando en evidencia moratones grandes en la entre-pierna. Bajó su mirada y su expresión se volvió oscura.

-Quien ha sido?- Preguntó, dejando recaer la bata de nuevo.

Al ver que no iba a suceder nada y que Kevin retrocedía un poco para volver a mirarla en los ojos, Debra comenzó a tranquilizarse

-Fue... fue... el director.- Dijo avergonzada.

La cara del hombre hablaba por si misma, no era odio, era algo más que en ese entonces ella no logró descifrar.

Él se alejó aún mas, se movía trtando de pensar.

-Ahora entiendes porqué me escape? Tenia que hacerlo, pero voy a volver para matar a ese hijo de puta.- dijo Debra.

-Pero por favor, que estas diciendo!?-dijo Kevin- Te llevaré al hospital y haremos la denuncia... Él terminará preso y tu en otro lugar mejor, ya verás.- concluyó.

-No! No iré a ningún otro lugar.- Gritó Debra.

-Y que pretendes?- Respondió calmado.

-Venganza... Y luego me ire donde quiera yo!- sentenció Debra.

-Venganza!?... piensas matar a un tipo que es el doble de ti!? Como, a empujones!?- alzando la voz

-Lo hare sufrir como lo ha hecho con nosotras!- dijo Debra.

El hombre que estaba en ese momento de espaldas a ella, se quedó sin palabras. Se dió vuelta y la miró sorprendido.

-Que has dicho?- preguntó.

-Eso... que le haré lo mismo sino peor...-respondió.

-No, no... Has dicho "nosotras", hay mas?- dijo mientras se acercaba a ella.

-Si... Mi hermana, la pequeña que estaba siempre junto a mi...- dijo.

-Donde esta ella ahora?- dijo Kevin, alzandole el mento con la mano.

-Ella... no sobrevivió.- dijo Debra, comenzando a llorar libremente al fin.

Ella se abrazó a él, quien en un principio se quedó perplejo delante a este gesto tierno, para dejarse llevar luego por el instinto protector. Bajó sus brazos y respondió al abrazo.

-Se que no me conoces y quizás sea mejor así, pero confía en mi, de acuerdo?- dijo Kevin.

Debra se separó un poco de él y observó a ese desconocido. Es verdad,no lo conocía y no tenia un aspecto amigable, pero era la unica solucion por el momento.

-Si...- respondió.

Miserere (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora