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Cuando vió desde fuera que la cortina de la habitación se cerró apoyó su cabeza contra la puerta.

-Debra, vamos. Tengo aquí tu bebida. Abre la puerta, por favor.

Golpeó unas dos veces más, pero no hubo respuesta.

-Niña, no hagas que las cosas sean mas dificiles. Yo estoy aquí, no me iré y si debes ir a algun sitio te iré a visitar, de verdad.

La mujer que estaba con el policía se acercó y junto a ella el hombre que llevaba aquel anillo que le había llamado la atencion a Debra. A decir verdad tambien le llamaba la atención a Kevin, que disimuladamente lo miraba.

-Buenas noches.-Saludó la mujer.

-Buenas noches.-Kevin le extendió la mano.

-Mi nombre es Laura Polie, soy la asistente social encargada del caso.- dijo

-Mucho gusto, me llamo Kevin Murphy.- respondió, serio.

-Él -señalando al hombre con el anillo- es el detective Ryan. -Dijo Laura.

Kevin le dió la mano y volvió su mirada hacia la asistente.

-Según el informe usted es que ha encontrado a la niña y la ha traido hasta aqui.-

-Asi es.- Dijo Kevin

-Pero a su vez trabaja en el mismo orfanato donde ella se encontraba.-Comentó Laura.

-Si, asi es. - dijo Kevin, manteniendo siempre la postura seria que lo caracterizaba.

-Como es que ha llegado hasta usted? No me parece una casualidad.-Intervino el detective Ryan.

Su pregunta molestó a Kevin, pero evitó demostrarlo.

-Eso tendrían que preguntarlo a ella, ya que simplemente la encontré.- Lo dijo mirando a Laura.

-Tiene razón, primero hablaremos con ella. Esta dentro? -preguntó el detective Ryan.

Kevin asintió con un gesto.

-Pero no quiere abrir la puerta.- advirtió.

Laura se abrió paso entre los hombres y dió dos golpes a la puerta.

-Debra, me llamo Laura. Quisiera hablar contigo, te parece bien si entro?- dijo Laura.

No hubo respuesta alguna. La asistente miró a Kevin, quien solo atinó a levantar sus hombros.

El detective Ryan que se mostraba un poco nervioso hizo unos pasos hacia adelante, donde estaba Laura.

-Me permita... -la mujer se hizo a un lado- Debra, soy el detective Ryan. No tienes de que preocuparte, ahora estas a salvo. Abre la puerta, por favor. - se volteó a mirar a Kevin con una sonrisa satisfactoria.

Había algo en él que no lo convencía, tenía la experiencia suficiente para detectar a un hombre sucio. Y este era uno de ellos pensaba Kevin.

Al no encontrar respuesta se miraron y la mujer tomó una decisión importante.

-Señor Murphy, creo que usted se puede ir. Ire a visitarlo para hablar junto al detective y tomar su declaración, pero creo que por el momento ha ayudado bastante.- Dijo Laura, sorprendiendo al detective.

-Creo que es mejor que venga a la comisaria ahora...-interrumpió el detective

--En este momento las decisiones las tomo yo y es evidente que la joven no tiene miedo de él, sino de mí.- dijo firmemente Laura.

El detective tragó saliba y lo miró fijo a los ojos.

-Si, claro. Aún no hay denuncia, así que yo solo estoy a sus ordenes.-Dijo el detective.

A Kevin no le molestó que lo alejaran. "Ya entendí, niña, ya entendí." pensó y se alejó tranquilo del lugar.

Al salir del hospital Kevin se dirigió a una cabina telefónica y marcó un numero que sabía perfectamente a memoria.

-SI, soy yo. Necesito informacion... Una direccion... Busca algo sobre una tragedia familiar...-continuó hablando.


Dentro del hospital aún no lograban convencer a Debra para que abriera la puerta, por lo que la asistente social habia aceptado la propuesta del detective de abrirla fuerza.

Una vez dentro la sorpresa fue grande, hizo preocupar a la asistente, pero sobre todo hizo enfuriar al detective. Debra ya no estaba allí y la ventana se encontraba abierta de par en par.

Miserere (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora