Capitulo 9: Planes

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"Esto no puede estar pasando, tiene que ser una jodida broma, si, tiene que ser eso", decía su cerebro, intentando convencerse de lo que en ese momento le está pasando pero la parte racional le dice que como diablos iba a hacerlo si ni amigos tiene, los del hospital no cuentan.

Por el "odio", chismes, entre otras cosas más que le hacen diario, así que la pregunta correcta es, ¿Cómo saben dónde vive? ¿Y cómo es que llegaron a saber que si es ella? Porque de lo que está segura es que el departamento que había compartido con Sebastián era en un lugar bastante secreto y seguro, luego ahora que esta con Tom.

Se había asegurado que también fuera seguro, sabía que tarde o temprano iba a pasar que la encontraran pero lo que no espero es que hasta ese momento la encontraran, se levantó rápido del suelo donde se había sentado y tras agarrar la carta, la aventó a la veladora que está encendida a su lado, en la mesa.

Quemándose al instante, se mordió nerviosamente el labio, pensando en lo que ahora debía hacer pero luego camino hacia el teléfono de la casa, que está al lado del sillón más grande de la casa y marco el número tan conocido por ella y que utiliza seguido o lo más seguido que ella le gusta: a Sebastián.

Y es que necesita hacer unos movimientos financieros antes de ir a la boca del lobo, literal y no podía confiar en que iban a jugar limpio, así que debía de dejar sus cosas bien acomodadas y ocultas de cualquier curioso que quisiera saber de ellas, desde su economía hasta su vida privada, incluyendo a Tom, Sebastián y su familia.


Para ventaja de Charlotte, en este último trabajo, este se encuentra cómodamente trabajando para un banco desde hace tres años, le pagan bien y le da lo que el necesita, bienestar y un trabajo estable tanto para el como para su esposa y próximo hijo, ella suspiro, con eso se iba a perder el nacimiento y crecimiento del bebe.

Soltó un suspiro frustrado cuando escucho la voz de su más íntimo y grande amigo, Sebastián, se quedó en silencio al menos dos minutos antes de soltarle la información sobre la carta y los favores que quería que le hiciera porque si, él sabe perfectamente toda la verdad sobre Charlotte, la conoce mejor que la palma de su mano.

Cuando le enlisto todo lo que necesitaba que le ayudara, se quedaron unos minutos platicando pero Charlotte decidió cortar por si intervenían las líneas pero antes de siquiera colgar, se quedó en silencio unos minutos, como si quisiera decirle algo pero no se atreviera, entonces oyó la voz de Sebastián que le dice:

-Sé que me quieres decir algo –dijo Sebastián, con la voz ronca al otro lado de la línea-. Charlotte, no tienes por qué preocuparte por mí, en cuanto cuelgues, venderé esta casa y me iré a vivir un poco lejos de aquí, igual cambiare mi número, por cierto, no vayas a tirar tu celular, al menos hasta que te pase ese número, ¿ok?

-Lo siento, Seb, sigo sorprendida por cómo me encontraron –dijo Charlotte, mordiéndose un poco el labio-. Quiero que te me cuides muchísimo, quiero a mi sobrina y a mi cuñada lejos de esto y sin ningún peligro, ¿ok?, está bien, lo tendré siempre conmigo pero también quiero que me mantengas al tanto de aquí y de Tom.

-No te preocupes, tienes mi palabra –dijo Sebastián, también suspirando y derramando una lágrima-. Tú también cuídate mucho, pequeña, las cuidare a ambas, quiero que si vas a la boca del lobo tengas un plan para salir, no quiero que te mantengan allá como...bueno...tu sabes, cuídate.

-No tienes nada de qué preocuparte, Seb, cariño –dijo Charlotte, sonriendo un poco-. No permitiré que a nadie le hagan daño, menos a mí misma, no luego de lo que viví, me cuidare como nunca, te mando muchos abrazos y...tú también mantenme al tanto de ti y de mi familia, cuídalos mucho a todos, dependo al 100% de ti, como siempre.

Cambios...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora