Hopefully (En proceso)

Capítulo 1

4 de septiembre

Milán Italia

Ryan

El clima en Milán es especialmente caluroso, la media por estas fechas suele estar sobre los veintisiete grados centígrados, hoy estamos a treinta y cuatro, detesto el calor que hace ahora mismo, pero no puedo esperar para ir donde Danielle, mi única amiga de siempre, también fue mi primer y único amor, a mis veinticuatro años nadie más ha logrado despertar interés amoroso en mí.

¿He tenido sexo? Si, un par de veces, considero que soy una persona exclusiva y es por ello que no cualquiera me puede tener, soy totalmente consiente de que mi ego está a otro nivel y no es algo que me moleste, puesto que si mis intereses amorosos y carnales no son una prioridad es únicamente por mi propia decisión.

Las mujeres se mueren por mí y las entiendo, si yo fuese mujer probablemente tampoco podría resistirme a alguien como yo. La única mujer que ha logrado rechazarme es Danielle, aun así, nunca me ha dejado solo y son, junto a mi madre, las dos personas más importantes en mi vida.

Hace cuatro años, a mi amiga, la diagnosticaron con Leucemia, un golpe bajo para los dos, ella no tiene familia más que yo, la abandonaron en un orfanato y la conocí cuando ambos teníamos ocho años jugando en el parque, desde esa corta edad experimenté lo que sería un amor imposible y cuando los médicos nos informaron de su condición, me rendí y decidí dejar de ser su pretendiente para ser su hermano mayor, amigo, padre, o lo que fuese necesario, si es que era algo que la hacía sentir mejor.

Es por el agradecimiento y amor que siento por Danielle que en este momento voy camino al hospital, aún cuando el clima me grite que me quede en cama, bajo el aire acondicionado rascándome las pelotas, necesito ir a verla; Estoy a un par de cuadras de mi destino y empiezan a sudarme las manos, hoy particularmente tengo un mal presentimiento.

Mi padre me envía un mensaje de texto cuando estoy a punto de entrar al hospital, el estado de salud de mi amiga se deterioró notoriamente desde hace un mes, me rompe el corazón ver como poco a poco la esperanza y la vida que solía tener, se han ido de sus lindos y grises ojos, aún así trato de ser fuerte y resiliente, sé que verme triste la haría ponerse peor.

Tomo asiento luego de anunciarme con la enfermera, que no paró de lanzarme miradas lascivas y sugerentes, típico, ella está sentada en la gran recepción a la entrada del mejor hospital de Milán, y eso se nota desde el momento pisé el lugar, todo blanco, impecable y perfectamente organizado, doctores y enfermeras adecuadamente vestidos con sus uniformes y un aroma particularmente mezclado entre medicamentos y algún aromatizante.

Reviso mi teléfono para estar al tanto de lo que mi papá tiene para decir.

Alex: ¿Cómo estás hijo? ¿Cuándo llegas a Nueva York? Necesito dejar todo claro con la familia Campbell lo antes posible.

Resoplo frustrado, cuando sugirió la idea de que contrajera nupcias con una mujer que al parecer conocí hace 20 años, lo miré incrédulo, al principio creí que se trataba de una broma, pues mi único recuerdo de aquel viaje que hice a Nueva York es el de una niña que se sacó un moco y después me ofreció a mí.

Después me explicó sus razones, honestamente nunca he dudado de que él me quiere, sin embargo, no fue precisamente un padre presente, mi madre es otra cuestión, ya no están juntos y sé que mamá es el amor más incondicional que tengo en mi vida, la única mujer por la que me humillaría o lloraría.

La propuesta de Alex fue simplemente descabellada y aunque me pidió discreción, he tenido la tentación de comentarle a mi madre, pero sé que eso sería como dar pie al inicio de una batalla sin fin entre ellos dos, pues no quedaron en los mejores términos cuando se divorciaron.