Capitulo 2

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10 de septiembre

New York City

HOPE

Hoy es de esos días en los que no puedo creer que sigo aquí, no pude matarme, más bien, no me dejaron, tengo recuerdos confusos de lo que pasó exactamente, solo recuerdo una voz profunda gritando, después algunas sirenas a lo lejos y para cuando tuve algo de conciencia habían pasado dos días desde mi inútil intento por acabar con todo.

Me acomodo en la cama del hospital, parece que hoy me van a dar el alta, yo todavía no sé quién frustró mi propósito, cuando le pregunto a las enfermeras o doctores quién me trajo, no me saben responder, solo saben que el hombre en cuestión vino, me dejó y después se marchó.

Pensé que mi padre pudo haberlo hecho, pero lo descarté automáticamente, el jamás había ido a mi casa, aunque sabe perfectamente donde vivo, no conozco bien a mis vecinos, pero es una muy buena opción, en este punto solo tengo en mente que, si es así, ojalá hubiese sido el vecino del apartamento 512, me sonrojo de solo pensar que me vio desnuda y sin depilar, como si eso importara en una situación como la mía, ¡ay Hope!

Miro a mi alrededor de esta inmensa habitación blanca, con el pitido de la máquina marcando los latidos de mi corazón, solo tengo una bata y muchos cables conectados por todos lados, me hicieron dos lavados de estómago y tengo resentida toda esa zona, me quedo con la mirada perdida hacia la ventada pensando en que quizá yo no pude cumplir con lo propuesto es porque tal vez me falta hacer algo antes de poderme marchar, quizá suene ridículo pero es la tercera vez que atento contra mi vida sin éxito y todavía no hay psicólogo o psiquiatra que puedan ayudarme a escapar de mi oscura mente,

Cuando más sumergida me encuentro en mis pensamientos, entra un doctor de unos sesenta años, delgado y con unas enormes gafas, puedo leer en la placa que cuelga en el bolsillo de su bata que es director de cuidados de la salud mental, y solo puedo pensar en 'aquí vamos de nuevo'

- Hope Campbell ¿verdad? – pregunta con una voz firme pero serena

- Eso dice mi acta de nacimiento – le digo con una sonrisa fingida y me acomodo para quedar sentada en el borde de la cama

- Me alegra que estés de buen humor- me dice y revisa los papeles que trae en la mano – tienes una bella sonrisa que vamos a trabajar para verla más seguido- Sonríe, pero yo no devuelvo el gesto.

- Suerte con eso doctor...-

- José – Me extiende su mano y la tomo por breves instantes- José Martínez

- Bueno pues qué gusto, yo soy Hope, la suicida- Me acomodo dándole la espalda y mirando nuevamente hacia la ventana.

-Tengo entendido que están cerca de darte el alta Hope- llama nuevamente mi atención- pero nadie ha venido por ti y no te puedes ir sola, no puedo firmar la autorización si nadie viene.

-Llamaré a mi Nana- respondo

-Que sea pronto Hope, pero además necesito que asistas al menos a tres terapias grupales, no has ido a ninguna.

-Doctor- interrumpo- no me podía mover ¿Usted cree que estoy en condiciones de ir a reuniones? – Suspiro, no parece un doctor coherente – y, además, he ido a mas terapias individuales y grupales de las que usted puede imaginar, no funcionan conmigo, no me haga perder el tiempo, ni se lo haga perder a las demás personas, simplemente firme y cuando venga mi Nana me voy.

- Lo siento, si no vas, no te vas – suelta una carcajada- rimó – concluye y se da la vuelta, pero antes de salir sentencia – Te espero a las 3 de la tarde en el piso 3, al lado derecho del ascensor, sale y cierra la puerta.

Hopefully (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora