Cuarta Canción ✳Divisi✳

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Mientras iba en camino a su siguiente clase de DCAO llegaron rumores de que Draco Malfoy había regresado a su clase, justamente a la penúltima hora, hoy jueves. Aquel insolente había insultado un hipogrifo, criaturas orgullosas y de nervios fáciles de alterar, por lo que estuvo ausente casi toda la semana.

Los Ravenclaws y Hufflepuffs toman asiento al ver el aula vacia pero antes de que saquen los libros, Lupin aparece con su túnica remendada.

-Buenas tardes- saluda energético -¿Podrían guardar los libros y sacar sus varitas? Esta clase será práctica.

Todos los alumnos intercambian miradas intrigados, ya que nunca antes habían tenido una clase práctica.

-Bien, si serian tan amables de seguirme- dijo sonriendo. Todos aún más curiosos salieron del aula siguiendo al profesor Lupin quels conducía a un pasillo desierto. Al doblar a la derecha comenzó a cantar una monótona canción. La puerta se abrió dando con otro pasillo que los condujo a la sala de profesores. -entren sin miedo. - invito el hombre.

Es una estancia grande con paneles de madera cubriendo las paredes, llena de sillas viejas y dispares. Un gran armario de madera resaltaba entre todo, Lupin se acercó y los estudiantes dieron un brinco del susto cuando el armario se movió.

-No se asusten, sólo hay un boggart allí dentro. ¿Alguien sabe que es? -Aria indecisa levantó la mano. - Señorita Black.

-Un ser que cambia de forma, exactamente al peor miedo de la persona que se encuentra frente a él.

Lupin adula su respuesta y comienza explicar con más detalle la situación, explicando la ventaja de ser un grupo y no estar sólo cuando se enfrenta a un boggart. Enseña el hechizo para dejarlo en desventaja y vencer el miedo: ¡Riddikulo!.

La primera víctima en ser elegida fue Zacharias Smith, un Hufflepuff. Con la mano temblando alzó su varita esperando a que Lupin abriera la puerta del armario. La puerta fue abierta pero nada salía, unos segundos después que que Zacharias tragara grueso una enorme serpiente verde salió siseando, el animal se acercaba más y más pero Smith no hacía nada, hasta que el profesor lo animó. El hechizo que lanzó convirtió a la enorme serpiente en un tren de juguete.

-Formen una fila.

Todos pelean por los primeros lugares, Luna la arrastra dentro de la fila, atrás de ella. Mientras esperan su turno, observan cada transformación del boggar, una banshee que se convierte en un mono danzante, una rata gigante tornándose pelota, el boggar de Luna resultó ser alguna clase de gnomos y luego fue el turno de Aria. Observa como el globo de rana se vuelve amorfo, buscando en la cabeza de Black su miedo más profundo.

Una persona, cubierta por una túnica negra. Nagini sobresale por sobre sus hombros, enrollando su cuello sin intención de asfixiar, más bien, para acompañar. Cuando la silueta alza su brazo derecho con la marca tenebrosa tatuada para retirar la capucha de la túnica, se queda sin habla. Es ella. Sus ojos violetas inyectan odio y temor y a juzgar por su expresión, parece disfrutar el miedo que produce en la verdadera Aria. En ese momento ambas chicas parecen reflejadas por el espejo, ya que, cuando Aria alzaba su varita, la de túnica también lo hizo. Black comienza a tartamudear el hechizo, pero la contraria también mueve los labios a pesar de que no profiere sonido. Aun así, puede leer sus labios, el boggar a pronunciado: Avada Kedavra, apuntando su varita a la verdadera Ravenclaw.

-¡Riddikulo!- la de ojos amatista mira a su derecha. Luna Lovegood, con un semblante serio y con la varita en alto ha lanzado el hechizo. En ese momento, Aria la supo: la diferencia entre amigo y seguidor. Nunca antes había encontrado significado alguno para el vacio que la palabra amigo provocaba en ella, pero ahora parecía que todo cobraba sentido. Su significado estaba claro: Luna Lovegood protegiéndola, incluso de ella misma.

Singing For You [D.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora