Sexta Canción ✳Senza Misura✳

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Aria POV

Durante los días que siguieron, en el colegio no se habló de otra cosa que de mi inquilino, Sirius Black. Aunque debo admitir que las especulaciones sobre como logró entrar, que los alumnos ideaban me divertían al grado de carcajearme en la mesa.

Era sabado por la mañana cuando entré a mi habitación secreta llevando comida a escondidas que me había guardado durante el desayuno. Me sorprendió encontrar a Sirius sentado frente al escritorio, observando cuidadosamente la copia del mapa en la que estaba trabajando.

-Éste es...- comienza.

-Es sólo una copia que he estado perfeccionando, Harry tendrá el verdadero en unos días.-le digo y el sonríe, tal vez feliz de que su legado vaya a llegar a manos de Harry.

-Toma, ya funciona- dice entregandomelo.

-¿De verdad? ¿Cómo lo lograste?- pregunto abriéndolo emocionada, suelto un grito de felicidad al ver las manchas andantes etiquetadas con nombres. No sé si mencionarle lo de Pettigrew, tengo miedo de que cuando se entere se vuelva loco e intente lastimarme... y yo tenga que acabar matandolo.

-Secretos de magos- dice sonriendo.

-Hoy es el primer partido de la temporada, ire a verlo. Te dejo mi varita para que puedas aparecer comida desde la cocina ¿está bien?.

El asiente y decido traer el mapa conmigo, no quiero que lo descubra o al menos, no ahora.

Luna y yo bajamos con nuestras camisetas de Gryffindor y nos reunimos con Stet en la sala común, el día anterior pareciera que el viento se convirtió en huracán y la lluvia cayó con más fuerza. Corrimos por el césped hasta llegar a las gradas donde Rosseta nos guardaba lugar.

Por un momento pensé que el partido se cancelaria por el fuerte reumbar de los truenos.

Yo mantenía la vista fija en Harry, Sirius me había pedido mantener un ojo sobre él.

Después de unos minutos de partido con Gryffindor a la delantera, Wood pidió tiempo muerto para hablar con su equipo, pobre, ojala Harry atrape la snitch. Hermione se acercó a ellos y hechizó las gafas de Harry, imagino que para repeler el agua. El juego comenzó minutos después, Diggory iba detrás de la snitch pero Harry parecía distraído por algo, los perdí de vista cuando se elevaron en el cielo tras la pelotilla dorada. Yo seguía atenta. Todos señalaron un pequeño punto en el cielo que caía a gran velocidad, era él.

Dumbledore blandió su varita gritando: Aresto momentum, pero eso no fue suficiente. Quería hacer algo pero no tenía mi varita, tendía que hacer magia sin ella, levanté mi mano y dije firme:

-¡Levicorpus!

Su cuerpo comenzó a colgar de su tobillo e hice lo posible para que no se diera de lleno contra el piso.

Sentía una gran presión sobre mi cuerpo, como si alguien intentara bajar mi mano con toda su fuerza, dolía demasiado además de que la sensación de que mi energía se agotaba de sopetón era insistente. Por eso no muchos hacen hechizos sin varita.

-Liveracorpus- dije cuando ya no había mucha altura, me deje caer en las gradas completamente mareada y con los brazos temblando, mis piernas temblaban y ardían a pesar del frío, igual que mis brazos. Luna fue la primera en darse cuenta, así que rápidamente palmeó mi rostro tratando de traerme a la conciencia pero no podía enfocar su rostro.

Unos brazos me levantan, sé que es Stetson el que me está cargando. Las palabras de mis amigos se quedan como un simple zumbido al ir cerrando los ojos lentamente.

***

Cuando desperté en la enfermería, Luna estaba a mi lado sosteniendo mi mano. Me senté sobre la cama inmediatamente pero una sensación de vértigo me asaltó, obligándome a volver a acostarme. Madame Pomfrey me insistió en que me quedara por una noche, ya que un desmayo tan repentino no era saludable, según la bruja la causa fue mi pobre alimentación y pocas horas de sueño a lo que me excusé diciendo que no sentía mucho apetito y que tenía mucha tarea por hacer.

Singing For You [D.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora