Octava Canción ✳ A Capella✳

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Aria's POV

No encontré a nadie cuando bajé las escaleras del dormitorio de chicas, tal vez Luna seguía durmiendo, algunos extraños en la sala común al verme sonrieron y desearon suerte, les devolví la sonrisa por cortesía. Me encaminé al gran comedor para desayunar, necesitaba pensar.

Hace unas cuantas noches había tenido pesadillas, en las cuales Voldemort me llamaba, él quería ser encontrado. Que se pudra en donde quiera que esté. En ocasiones cuando me despertaba súbitamente, podía verlo a los pies de mi cama, esperando a que abriera los ojos para alzar su varita y asesinarme. Mi muerte no me da miedo, eso no me interesa en lo absoluto. Sentí la muerte tan cerca de mi tantas veces en mi vida que mejor se sentaba a mi lado y cantaba una canción a mi oído con la promesa que regresaría por mi cuando fuera tiempo. Lo que me da miedo es que siento miedo. Nunca antes lo sentí tan a flor de piel como ahora. ¿Cómo protegeré a las personas que amo si estoy muerta? ¿Qué si después de mi, va por Luna, o Stet? Severus tenía razón, no debí involucrarme tanto con personas inocentes.

Un golpe seco en mi pecho me arroja al piso, inmediatamente pongo mis manos para no hacerme daño.

—Fíjate, Black. No queremos que te lastimes antes del partido.

Como no reconocer esa voz, a veces llena de agujas, otras veces, aterciopelada. Acepto la mano que me extiende y me ayuda a levantarme, una extraña sensación me recorre desde cada cabello hasta la punta de mis pies al tocarle obligándome a soltarle de inmediato una vez de pie.

—Tienes razón, sería una lástima si eso pasara.—musito, aún distraída.

—¿Te sientes bien? Parece que no dormiste anoche.—comenta examinandome con la mirada.

—Perfectamente. Sólo no podía dormir por la emoción— miento.

—¿Emoción por perder? Todos saben que atraparé la snitch.

—¿Tan seguro estás, Malfoy?— pregunto con sorna.

—¿Quieres apostar?—dice alzando las cejas.

—¿Qué apuestas?

—Tú y yo, juntos en la próxima salida a Hogsmeade si gano.— vaya, me ha tomado por sorpresa.

—Si Ravenclaw gana... no me volverás a hablar en tu vida.—digo pensándolo mejor, otra persona alrededor de mi sería ponerla en peligro, no quisiera que le pasara algo al cobarde llorón, bueno, tal vez si, pero no de la magnitud a la que implicaría estar conmigo.

—Auch, no sé se sentirme ofendido pero acepto. Haré mi mejor esfuerzo para ganar hoy.—dice sonriendo autosuficiente.

—Suerte, Malfoy.

Me despido antes de alejarme de él y seguir mi camino a mi destino, al entrar al gran comedor, me sorprendo encontrar a Stet y Luna sentados en la mesa de Ravenclaw junto con Ross. Camino lentamente hacia ellos y me dejo caer pesadamente en el banquillo.

—¿Te sientes bien, Aria?— pregunta Ross preocupada, a lo que muevo mi mano restandole importancia.

—En lo absoluto, sólo no dormí bien— comento al servirme jugo de naranja.

—¿Te has seguido matando por hacer tarea? —inquiere Stetson en forma de regaño. Me encojo de hombros y le doy una mordida a mi pastelillo, el rubio abre la boca con demasiado dramatismo mientras se toca con una mano el pecho. —Mi hija es una rebelde ¡Merlín! ¿Qué he hecho para criar un monstruo?.

—No exageres, ¡Oh, Aria! Mira esto— dice Ross reclamando mi atención a su camiseta. Es otra igual a la que usó Luna y Stet en mi anterior partido. No puedo evitar reír y sentirme bien, contando con el incondicional apoyo de mis amigos. Los cuatro comemos apacibles, haciendo una que otra broma entre nosotros, Luna mira su pan fijamente antes de comerlo, Stet se llena la boca con lo que encuentra en la mesa y Rossi nunca suelta sus cubiertos. Me concentro en mi comida hasta que siento un leve codazo en mis costillas.

Singing For You [D.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora