Los Girasoles De Pandora

Capítulo uno

Pandora. Un nombre esencial dentro de las categorías míticas griegas. Su significado refiere a una mujer dotada de dones inigualables. Todos conocemos la historia, y sus teorías pero quiero hacer énfasis en esta.
Se dice que la caja o jarra no contenía males si no bienes y que al abrirse los bienes volvieron a donde sus creadores y que sólo quedó la esperanza. Me gusta más esta, que la originalmente conocida.
El simple hecho de que tuviese males y no bienes, me da escalofríos así que yo he mezclado ambas en una.
Zeus le dio la jarra a Pandora en el cual -digo yo- se concentraba el equilibrio del mundo, males no tan malos y bienes no tan buenos, por lo tanto había de todo allí. Al abrirse el equilibrio se rompió y para cuando Pandora tapó la jarra, sólo había quedado la esperanza dentro del verdadero equilibrio.
Años mas tarde,ya había niños deseando vivir y adolescentes deseando morir, niños muriendo por un plato de comida y niñas tirando la comida al perro más después gente comiendo lo que desease. No hay equilibrio en este mundo, es todo o nada, negro o blanco, estar eufórico o sentirse sin rumbo alguno.

Por algún motivo, siempre me obsesioné con la mitología griega, héroes, sirenas, dioses, me volvían loca, jamás pensé en convertirme en la primer mujer mortal en mi propia vida, en la que había roto el equilibrio dentro mío, jamás pensé en ser mi propia Pandora.

Tenía doce años cuando empecé a sentirme en una cuerda floja, aunque mejor dicho, me sentía tan gorda que ni en cuerda floja me imaginaba. Todo era un caos (y eso que no sabía lo que me esperaba) y a caos me refiero a enamorarme de un idiota, pero NO, este libro no es de como un chico saca adelante a una chica, ni de como el amor triunfa, NO, mi propio amor es el que triunfa.
Acababa de cambiarme de colegio (cuando no) , y estaba resignada a seguir haciendo amigos que total, pronto los debería dejar porque el trabajo de mi papá era todo para la familia, por lo tanto mi salud emocional era casi nada para la familia. No quería llamar la atención ni nada por el estilo, así que seguí con mi corta vida que encima mi vida se resumía en enamorarme y que me rompieran el corazón o peor ni siquiera eso.
El era un chico travieso, altura promedio, ojos cafés y cabello claro. Nada demasiado importante, pero cabe detallar qué, como la mayoría de los que me enamoraba, su nombre llevaba una G. Yo era la nueva (les he mencionado que no era nueva en estas experiencias?) aunque no del todo porque conocía a varios chicos h chicas de un viaje de egresados así que eso me la facilitó. No se en que momento deje de relacionarme con la gente y con mis padres, sé que vivía en libros y con los auriculares puestos. No iba a bailar, no gastaba plata en alcohol ni en cigarrillos, si no en discos, CD'S, y libros. Mi única mejor amiga vivía en la otra punta de Buenos Aires, y aún cuando hablamos ella no tenía interés en mi y yo siempre terminaba siendo la más profunda.
El y yo hablábamos, por chat. Me miraba de vez en cuando pero que va, estaba mirando al cártel detrás mío, así que eso no cuenta. Yo tampoco era atractiva, bueno, según mi perspectiva. Ojos verdes, cabello largo y castaño muy claro, una chica normal diría. El estaba enamorado aún de su ex novia, una chica rubia, ojos azules y flaca, así que después estaba yo, esa boluda a quienes todos boludeaban a lo cual el no se privó de ese gusto. Gran error, ya sentía que dentro mío algo se rompería.