capítulo siete

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Citpad es un hospital de día para chicas con anorexia y bulimia, caro y en donde el primer dia te meten facturas con dulce de leche y oreos cuando venís de diez días de ayuno.
También donde te humillan delante de todas por haber hecho ejercicio el fin de semana o no poder anotar la cena.
Yo estaba de más allí. A parte de que todas eran personas asquerosas como la mayoría de las anoréxicas que conozco. Yo era la gorda a comparación de ellas. Pero lo iba a intentar, iba a poner mi esfuerzo.
Me sentía sin esperanza. Necesitaba vacaciones de mi vida. ¿Necesitaba ser delgada? Realmente lo necesitaba? Yo necesitaba amarme, necesitaba la fuerza de voluntad que ponía al ayunar para poder seguir adelante.
Me mire al espejo y dije "tú puedes hacerlo ", así que el primer día fue horrendo, allí empecé a fumar y hasta ahora no he parado.
El segundo día fue mejor pero nada de lo que hacían me ayudaba. Yo seguía contándome en mi casa y no comiendo lo que debía. Le rogaba a mi mamá que me sacara de ese espantoso lugar. No es que fuere tan malo pero a mi no me servía y menos si viene acompañado de la humillación pública.
Nada de cosas light , nada de edulcorante, nada de esto, ni de eso ni de lo otro.
No se porqué se me ocurrió que las chicas entenderían y les conté de mi página en twitter de desahogo, mala elección.
Al día siguiente tuvimos una charla sobre las páginas pro anorexia y pro bulimia, es un tema polémico. La coordinadora del grupo fue la primer anoréxica argentina y por eso se creía Dios. Estaba dando mi opinión sobre estas páginas hasta que
- por qué hablas vos si tenés una de esas páginas? -dijo una chica que al parecer la estaban engordando como pavo para Navidad-
- si, es verdad, a mi me hizo mal leer como te sentís pero no te ofendas eh- dijo otra en tono burlón -
- Recién llega y ya la tratan así? -dijo una amiga nueva que logre hacer en ese momento-
Jamás les di mi usuario, sólo me buscaron.
C. Era una chica un año mayor que yo, frágil y chica de cuerpo. Venía de el sur. Estuvo tres meses sin comer y ahora estaba con sonda.
Sólo me quedé callada y de mis ojos quería fluir un río. Disimuladamente agarre la cuchilla que estaba bajo la funda y fui al baño.
-a donde te crees que vas?-dijo
-al baño.
Los baños no tenían seguro por obvias razones pero de todas formas logre cortarme y enseguida vino la recepcionista diciendo que vuelva al grupo. Enseguida le mandé un texto a mi mamá rogándole que me busque y le conté lo sucedido.
Mientras todas merendaban yo no agarré el jugo por lo tanto el psicólogo me dijo
-la merienda es con jugo -dijo en tono seco- mientras todas miraban entre risas.
Mi mamá llegó y me abrazó. De inmediato hablamos con el psiquiatra mientras me querían meter oreos y te con tres grandes de azúcar hasta por el ombligo.
-la tenemos que derivar. Ya mismo llamo a un hospital -dijo el psiquiatra

-no, no,ustedes no me la tocan más -respondió mamá - yo la voy a llevar a Entre Ríos. Ella nació allí y allí hay un gran centro de rehabilitación.
Rápido me fui con mi mamá llorando.

¡Cuanto necesitaba a Gian en ese momento! Antes podía decirle sólo su nombre y el ya sabía que algo me pasaba.
Esta fue una de mis peores experiencias pero debía pasarlo.
Enseguida mi mamá se comunicó con el sanatorio y me reservaron una internación. Debía viajar en cinco días. Entre ríos es un lugar hermoso La Villa es donde yo naci, tranquilo y verde. Poca población pero en ella el mejor Sanatorio de Argentina.
Empecé a armar mi maleta, en días subi al micro con mi papá. Llovía tanto como el clima adentro mío.
Sonó un mensaje y lo abrí
-Que te valla (el error ortográfico plise) bien.
-Gracias Gian.
Y el jamás volvió a hablarme.

"Por la gracia de Dios puse un pie delante de otro , me miré al espejo y decidí quedarme, no iba a dejar que el amor me tomara de esta manera"
-Katy Perry

Los Girasoles De PandoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora