El comienzo de una esperanza

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"Es un tratamiento cognitivo-conductual centrado en la enseñanza de habilidades psicosociales "

-Lo cierto es que la mayoría de las personas que sufren esto, ya nacen con esta vulnerabilidad. Se puede convivir con esto. En neurobiológico y a veces, incluso hasta heredado.
- ¿entonces qué? - -respondio mi mamá.
-Hay una asociación que se dedica a tratar personas con TLP, la única en Argentina. Claro tiene su precio, pero vale la pena. Es increíble. A demás, tratan de no hacer dependientes a sus pacientes de lo farmacológico.
Cuando creía que esto no tenía remedio, lo supe. ¿Tener esta vulnerabilidad desde siempre? ¿que debía hacer?
Vagaba por el comedor de Salud mental y vi una cajita de madera. Tenía inscripto en la tapa "Mira el responsable de su propia felicidad"
Abrí la caja y mire abajo. Era un espejo, era yo. Conserve la caja y escribí mis nuevas razones por las cuales vivir. Escribí mis esperanzas, mis sueños, mis miedos, mis propios males.
Entre ríos esta lleno de Girasoles y más si es en septiembre. Los girasoles son mis flores favoritas. No tienen un aroma singular, ni son celestes ni violetas, pero son como las personas : a veces el sol se oculta, llega el invierno y sus cabezas miran el suelo. Pero cuando sale el sol, se renuevan de esperanza.
Me gustaba pensar en mí mito favorito. ¿Que pasó con Pandora luego de el incidente? ¿y si los males sólo se pusieron contra ella? O si los bienes volvieron a los dioses pero le dejaron la esperanza?
Tengo que dejar que pasé, que suceda.
Pandora siguió. Plantó un jardín con girasoles para recordarle que muchas personas la quieren, que hay esperanza aunque el sol se oculte.
Decidí regar cada día de mi vida mis esperanzas, no sería fácil. Se que hoy quiero cambiar pero mañana quiero morir. Que pierdo intentando pero peor perdiendo sin intentar.
Terminó mi mes de rehabilitación. Me había hecho muy bien. Estar en contacto con mi mente y cuerpo. Prestando completa atención al clima de mi cuerpo, y de mi mente.
No quería irme de allí, la vida era bella ahí. Sí, en un psiquiátrico. La vida era fácil, se que tenía diez pastillas diarias, pero que más da.
Ahí decidí ser mi propio ejemplo de resiliencia, no esperar nada de nadie, sólo de mí. Decidí empezar a escribir mi experiencia, quería brindar esperanza a mis girasoles.
Aprendí a aceptar mis errores aunque los intoleraba. También que era talentosa, en la música, con los animales, cantando, escribiendo y haciendo canciones.
Así que emprendí mi camino, dejándolo ser. Claro que fue difícil aceptar, esto no terminaba, ni los golpes contra mi misma ni los ayunos.
De hecho, intente suicidarme de nuevo pero en el psiquiátrico, claro que tuvieron que sedarme, claro que fue duro. Pero esa cajita cambio mis expectativas.
Quizás la caja de Pandora no era tan mala como parecía.
Durante mi estadía en rehabilitación escribí cartas a Gian, todo lo que sucedía, nunca se las di. También hice notas en mi cuaderno con cada razón para vivir que se me ocurría.
En esta parte escribiré mi jardín, ya lo sembré y ahora quiero cosecharlo.
Hay mil y una razones para vivir, es sólo una intención, una chispa para que sea suficiente.
Desde lo bonitas que son las flores o tomar un café hasta acariciar a tu mascota. Desde fumar cuando te sentís mal hasta dar un beso a quien amas.
No soy positiva pero quería serlo, quería un sentido.
Odiaba verme rota, aunque sentía que lo merecía... ¿a quien había matado? Herí a mi familia, a mi mejor amigo, a mi ex novio, pero esto pasa. ¿a quien le rompí el corazón? ¿por qué querría quitarme el derecho de vivir?

Los Girasoles De PandoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora