Capitulo 4

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Daniel habia cambiado muchisimo. La última vez que lo vi, era un adolescente con granos, gafas y brackets. También tenia el pelo rizado y casi por los hombros.

Ahora en cambio, tenia unos dientes perfectamente alineados y grandes, se habia operado de la miopía y no tenia ni un solo grano. No sé que se habia hecho en el pelo, pero me gustaba muchisimo, y no llevaba ni un sólo tatuaje (como mínimo en las zonas visibles jiji). Era un chico que se pasaba todo el rato riendo. Adoraba el deporte, sobretodo caminar. Hace diez años, me llamaba cada dia para salir a pasear, y a pesar de mi asma, acababa consiguiendo hacer los 20km.

Estábamos en mi casa con Wyatt, a Daniel le encantaban los gatos, y cuanto mas peludos y pequeños mejor. Y así era Wyatt.

- Y una cosita... ¿Por qué acabaste en prisión? -no le quería estropear el momento, pero necesitaba saberlo.

- Tuve a mi hijo siendo jóven, y su madre se enfadó conmigo porque decía que sólo pasaba tiempo con mi hijo cuando yo quería, aunque eso no era verdad, me tenia que pasar el día trabajando para que pudieran comer los dos, pero ella eso no le entendía y se fué con un hombre multimillonario y me denunciaron porqué no quise renunciar a la custodia de mi niño. La abogada me defendió fatal, yo podria haberlo hecho mejor, pero ahora ya esta hecho.

- Lo siento muchisimo -en parte me arrepentia de haberle preguntado eso. Se habia puesto muy triste- seguro que eras un padre fantástico.

- Yo no estoy tan seguro de eso. No me dió tiempo de ocuparme de mi hijo cuando podía, y ahora que puedo no me dejan.

Esta última frase la dijo con un nudo en la voz, así que decidí abrazarlo muy fuerte. Ya habia metido la pata suficientes veces aquel día, tenía que arreglarlo de alguna forma.

¿Me recuerdas? [PARADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora