Capitulo 11

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Para cuando se despertó Amanda, ya había vuelto la luz y se pudo hacer un buen desayuno con tranquilidad. La mesilla que había delante del televisor, donde habían estado hablando Bruno y ella la noche anterior, estaba pringosa a causa de la pizza, así que decidió limparla antes de poner la comida en la mesa.

Cuando terminó de desayunar su zumo de naranja y sus cereales, decidió llamar a Daniel las veces que hiciera falta para que el chico le contestara. Estaba marcando su número de teléfono cuando llamaron a la puerta, pensó que quizá era Daniel que se había adelantado, así que se miró en el espejo: no estaba muy presentable, aún no se había duchado y decidió ponerse desodorante. Se peinó un poco y abrió la puerta, cuando ya habían picado al timbre más de cinco veces.

- ¡Hola! Ya estoy aquí.

Por desgracia, no era Daniel sino que era Bruno, eso la desilusionó un poco.

- Esperabas a otra persona, ¿verdad? -la luminosidad tan peculiar de sus ojos se le apagó ligeramente- Te quería decir una cosita, pero mejor vuelvo luego -le sonrió de una forma un poco forzada, y antes que la chica pudiera decir alguna palabra, él ya estaba subiendo por el ascensor.

- Lo siento... -dijo ella en voz baja, aunque sabía que él no la oiría.

Volvió al sofá a terminarse los cereales y se fué a la ducha.

Cuando volvió al comedor, se encontró que tenía una llamada al movil. ¡Era de Daniel! Así que volvió a llamarlo muy ilusionada.

- Hola, ¿podemos quedar a tomar un café al bar de la esquina de tu casa? -su voz parecía fría, pero ella sabía que Daniel no era capaz de ser así.

- Vale, tardo diez minutos.

Se puso un poco de rimel, se hizo una trenza al lado y salió medio corriendo de la alegría. Cuando llegó, el chico ya estaba, esperándola, hablando con el camarero, dando la espalda a la puerta. Como si tuviera ojos en la nuca, se giró hacia la puerta justo cuando la chica entró, dejando al camarero libre para que pudiera atender a otra gente. Ella se fue acercando a la barra, a pesar del ruido de las tragaperras de fondo, ella solo podía fijarse en Daniel. Como si un iman fuera, nada más llegar lo besó. Fué un beso corto porque le tenía que pedir perdón, y al hacerlo, ésta vez fue él quien la besó, en forma de aceptación.

Al fin lo han arreglado estos dos. Siento mucho mi tardanza, pero como ya dije (creo) me estoy leyendo varios libros (hay que aprovechar las vacaciones jaja) y tengo miedo que algo que ponga se parezca a algo de los libros;3 pero intentaré separar mis ideas verdaderas de las "absorbidas" de esos magníficos libros. Besoos<3

¿Me recuerdas? [PARADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora