Capitulo 10

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Todos necesitamos que alguien nos sonría en un mal día. Y ese era el día, la diferencia era que Amanda no tenía a nadie: Daniel se había enfadado con ella y no le contestaba las llamadas, sus padres no estaban por tonterías y hasta Wyatt parecía molesto con ella, aunque el animal era el único con alguna razón por su comportamiento, ya que llevaba sin comida un día entero.

Y esque Amanda no tenía ni idea de qué era lo que le pasaba, simplemente se había despertado deprimida. Cuando sonó el despertador y abrió los ojos supo que, a pesar del buen tiempo que hacía, ese día preferiría quedarse en casa comiendo helado y mirando programas malos de televisión, quejándose de porqué emitian ese tipo de cosas sin sentido. Y más tarde, cuando ya se hubiera cansado de criticar a esa gente, se pondría a mirar esas series latinoamericanas que no les basta con triángulos amorosos, sino que tienen que ser cuadrados, donde hay mentiras y escenas de amor apasionado.

Pero no resultó ser así el plan de su día, ya que se le fue la luz; el helado se le derritiría en poco tiempo y la televisión no funcionaba sin luz. Pero cuando el día ya era para volver a la cama y dormir todo el dia y lo que aguantara de la noche, llamaron a la puerta.

- ¡Pizza a domicilio! -dijo un chico al otro lado de la puerta. Ella no había pedido ninguna pizza, así que no tenía intención de abrirle, hasta que se puso a pensar. Esa voz le resultaba familiar aunque no se acordaba de qué- ¡Oh, vamos! Abreme Amanda, soy yo, Bruno, Bruno Blackwell. ¿No te acuerdas de tu propio vecino?

En ese momento, a Amanda se le encendió la lucecita. Era Bruno, su vecino del piso de arriba. Lo invitó a entrar, siempre se habían llevado muy bien.

- Hacia mucho que no nos veíamos -le dijo Amanda en un tono alegre-. ¿Cómo te ha ido por Valencia?

- Fantásticamente, allí la gente es bastante agradable. La única cosa que me ponía un poco nervioso era el idioma. ¡Era imposible entender eso! -Bruno parecía un poco molesto con ésta última frase, aunque era evidente que su cara alegre le ganaba a la enfadada, así que siguió sonriendo.

Y así pasaron la noche, comiendo pizza, con la luz apagada, explicándose sus cosas.

Ya era la 1 de la madrugada y Bruno tuvo que irse a pesar que se lo había pasado genial.

- Bueno, hasta mañana y buenas noches -le dijo el chico con una mezcla de entusiasmo y sueño-. Piénsalo por el lado positivo: así no tendrás que pagar tanto por la factura de la luz, ya que has estado un día entero sin encender nada.

- Gracias por los ánimos -dijo ella a punto de bostezar-. ¡Buenas noches!

¡Y hasta aquí el capitulo de hoy! Espero que os guste Bruno, será un gran personaje.
No os olvideis de acariciar esa estrellita de ahi abajo y dejadme algun comentario😄 si encontrais faltas de ortografia decídmelo por favor.
¡Hasta la próxima! Besos<3

¿Me recuerdas? [PARADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora