¿Me recuerdas? [PARADA]

Capitulo 12

Ese día tampoco pasó de ahi, sólo besos. Cuando volvió a casa escoltada por su chico, a pesar de que solo estaba a unos metros de su hogar; se puso a ver la televisión. Realmente no hacían nada bueno, todo Realitis y dibujos animados. Hasta que picaron al timbre, ella se levantó y fue a abrir la puerta.

- Traigo pizza -anunció Bruno, con una enorme sonrisa- y esta vez tambien un buen vino, ¿qué te parece?

- ¡Perfecto! Pasa, pasa -le contestó la chica, muy contenta de encontrarse con su amigo de nuevo.

Cuando se sentaron en el sofá, vió que además de estar cogiendo la pizza con la mano derecha, tambien había un CD, encima de la tapa de cartón de ésta.

- ¿Y el CD? -le preguntó ella. Sentía curiosidad, tal vez era una película, un video de un viaje suyo, un videojuego...

- Ah, es una cosa que me ha dejado un amigo, no podré quedarme mucho aquí, luego iré a su casa y se lo devolveré. Y bien, ¿qué te apetece hacer?

- Te dejo escoger a ti esta vez.

- Oh, que gran placer -me dijo haciéndome una reverencia y cogiéndome de una mano, como si fuera un caballero- ¿comemos la pizza? ¿qué ponen en la TV?

- Nada de divertido, solo cosas así -le dijo la chica, señalando con una mano a la televisión y con la otra abriendo la caja donde estaba la pizza.

- Bueno, lo importante es la compañía, ¿no? Y tu eres la mejor compañía que cualquier chico podría anhelar -le dijo a Amanda, acariciándole la mejilla.

- ¿Te pasa algo? Hoy estas diferente, aunque tambien puede que sea mi imaginación. -dijo ella, con una sonrisa.

- Te quiero, ¿sabes?-Amanda no se esperaba para nada eso-. Te he amado desde que llegué a este bloque de pisos, desde que me presenté, ¿te acuerdas de ese día? Me pareciste imposiblemente preciosa, con tu pelo suave, tus ojos, tu sonrisa... Yo tenía cupcakes en vez de pizza, y me dijiste que tenía unos ojos preciosos. Me invitaste a entrar como hoy y estuvimos hablando hasta las tantas. Luego me fui a Valencia. Me podría haber quedado allí, pero no lo hice, quería verte.

- Espera, por favor -Amanda estaba en una especie de shock-. Lo siento muchísimo, Daniel y yo hemos hecho las paces hoy. Tú me encantas pero te prefiero como amigo, no quiero perderte, eres demasiado importante para mi. No te enfades, por favor.

- Ah... bueno, vale... entonces, no le digas esto que te acabo de decir a Daniel... bueno, mejor a nadie. -a Bruno se le asomaba una lagrimilla, pero no llegó a caer-. Te dejo la pizza, ¿vale?

- No, por favor Bruno, no te vayas.

- Tengo que devolverle el CD a un amigo -se excusó el chico.

- Si es por eso vale. Emm... ¿quedamos mañana? Pero mejor en tu casa, que aquí no hay nada chulo para hacer.

- Creo que mañana estaré ocupado.

Y cerró la puerta. Amanda se quedó un rato apollada en ésta. ¿Primero hacía enfadar a Daniel y luego a Bruno? ¿Pero qué le pasaba?

Y hasta aquí el capítulo. Parece que las malas notícias rodeen a la pobre Amanda.
¡¡No olvidéis acariciar la estrellita de ahí abajo!!