Young Wild & Free

Capitulo 5: Equinox

Bang posó sus manos encima de las caderas del cyborg quien continuaba con ceño fruncido lo obligó agacharse para alcanzar sus labios y morder el inferior, sus narices se golpeaban suavemente el mayor alargaba su sonrisa para hacer pequeños pucheros que poco a poco fueron disminuyendo el enojo en Jun, una vez más se besaron apasionadamente, el mayor guardo en sus brazos al pelinegro para besar su frente si él un día descubría la verdad lo perdería, le aterraba la sola idea de verse solo en ese mundo sin su rayo de Sol, acaricio el contorno de su mandíbula.

—No te vas a ir otra vez ¿Verdad? —Cuestionó JunHong colocando su oído en el pecho del mayor para percibir mejor los latidos de su corazón.—Cuando era más joven te ibas por largas temporadas, los chicos y yo podíamos cuidarnos pero no entendía, sigo sin entender a donde te ibas ¿Nunca me lo vas a contar?.—El mayor negó con la cabeza.— Master quisiera odiarte, mm pero por ti estoy vivo.

—No recuerdes el pasado debemos disfrutar el presente.—Beso su frente para despeinar su cabello.—No he sido un buen master lo sé pero como te juré hace 3 años te voy hacer feliz, haré lo que me pidas.—Lo pego fuertemente mete a su pecho.—Solo debes ordenarme y obedeceré.

Jepp Blackman era un hombre carcomido por las culpas por ello a veces no soportaba estar con los integrantes de BAP debido a que en el pasado él fue causante de muchos de sus males, su maldita obsesión por conseguir el santo grial lo llevo a cometer los peores pecados imaginables, una aberración tras otra, siempre tocando los peores defectos del ser humano, profanando entidades naturales para satisfacer su ambición científica, un monstruo debajo de una bata médica, es lo que consideraba que fue Bang YongGuk por ello renunció a ese nombre, a ese apellido, nunca más quizo estar ligado al imperio que su padre junto con su madre crearon, TS Corporation fue su peor elección, él poseía la aptitudes más oscuras de sus progenitores, el sadismo de su padre y los pocos escrúpulos de su madre, un asesino y una científica, no son tan distintos si los ves de  cerca.

—No te vuelvas a ir Master ahora que BAP se ha separado me siento solo con ustedes a mi lado vuelvo a ser humano.—Susurro en silencio, rara vez el maknae mostraba su debilidad, odiaba mostrar ese rostro, esa cara.— No quiero sentirme como una maquina, soy una persona ¿Verdad Master? ¿Soy humano aunque mi cuerpo este hecho de metal?

—Claro, mi pequeño Sunshine eres un ser humano.—Le contesto levantando su barbilla para besarlo.—Eres mi complemento, mi otra mitad, mientras tu corazón lata y una suave calidez recorra tu sistema nervioso serás un ser humano, te quiero JunHong, te quiero más que mi propia vida y daría lo que fuera por verte feliz.

Sus labios se volvieron a encontrar en un desesperado beso, el calor que nacía en la entre pierna de ambos hombres les recordaba el proceso natural que cualquier cuerpo humano necesita, el intercambio de placer, de lujuria, la camisa larga que usaba el menor fue a dar al piso unos labios se aventuraron a besar la piel expuesta, unos dientes se clavaron en los botones rosas que se erguían orgullosos, a la camisa le siguió un pantalón y ropa interior quedando el pelinegro menor completamente desnudo sentado sobre su maestro quien deslizaba sus manos por su silueta, recordando cada detalle como si tuviera años de no tocarlo, los gemidos escaparon inconscientemente de la garganta del cyborg.

—Parece que alguien a despertado.—Hablo en tono de broma el mayor presionando un botón del sofá para volverlo cama, para dormir no lo necesitaba de esa manera pero en esa situación quería mas espacio.—Debes emparejar la situación ¿No te parece?—Los ojos de Jun se abrieron, se separo un poco del mayor quien evoco una turbia sonrisa, las delgadas manos del menor se dirigieron a quitarle la delgada playera sin mangas que usaba, deslizo los bóxer rojos y ambos quedaron desnudos.—Mi dulce Sunshine, no eres más un adolescente, eres un hombre en toda forma—Hablo para jalarlo y besar sus labios lo recosto a lo largo del sofá—cama.—Eres más inteligente, más astuto que yo.