XVII-i

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Eres mi Akaito.

Esas palabras estuvieron dando vueltas alrededor de Chanyeol todo el día siguiente. Lo que Suho dijo no debería acelerar el ritmo de su corazón; bordeando la excitación. Porque no es un reclamo o una formalidad como alguna vez fue. Era una sentencia de hecho, una que podría ser algo mucho más, pero qué casi significa nada en este punto.

Por mucho que se lo repite a sí mismo, luego de un largo día de clases y turno en el puesto de café, en el momento que camina dentro del departamento de Minseok y Suho le saluda con una sonrisa tentativa, su resolución se derrite. Chanyeol pasa rápidamente, ignorando el "Hey" de Suho, además porque quiere ser fuerte y desinteresado, y es molesto como sus emociones todavía son como una marioneta en las manos del mayor. Mejor es buscar a Minseok y enfocarse en él.

Chanyeol se asoma dentro de la habitación vacía del mayor, y su oficina, finalmente el baño antes de caminar de vuelta al salón y encontrarle sentado justo a un lado de Suho en el sofá. Ambos adultos le miran con una de sus cejas alzadas.

Tarde esa noche, Chanyeol agotado revisa el interior del refrigerador. Le había dicho a Minseok que cocinaría una cena tardía, pero está tan exhausto que incluso el pensamiento de abrir una lata de curry pre-hecho lo hace llorar. Se apoya contra la puerta del refrigerador, contemplando ordenar algo, cuando los pequeños cabellos de su nuca se erizan.

"¿Necesitas ayuda?" La voz de Suho es suave y clara desde el lado del chico dónde está asomado. Sus hombros se frotan, un pequeño calor. Chanyeol traga pesado y consigue tomar un par de ingredientes al azar.

"Nah. Lo tengo." Cierra la puerta con su cadera y apoya la comida en el mesón.

Suho podía no ser un maestro de la cocina pero sabe qué carne fría y rábanos no son para preparar un tikka masala. "Claro."

"Eres un peligro sólo estando de pie en la cocina. Te he visto cocinar antes," Chanyeol dice.

"¡Hice tostadas ayer!"

"Esas no eran tostadas. Eran las cenizas de unas. Básicamente pusiste carbón en un plato y se las diste a Minseok."

"Él no pareció tener un problema con ello."

"Él no está en su mejor estado mental para—"

"Chanyeol. Estoy aquí," Minseok calmadamente dice desde el salón, "y no sólo puedo oírte, sino que estás justo en la trayectoria de mi posavasos."

"¿Lo ves?" Dice Suho, "Fundido o no, Minseok—"

"Tengo dos posavasos," Minseok añade. "Cállate. Las tostadas estaban terribles."

Chanyeol sonríe.

Suho se ilumina. "Te ves exhausto." Determinantemente enrolla las mangas de su suéter. "Sé que no soy el mejor en esto, pero sólo dime qué hacer."

Chanyeol abre su boca para volver a empujarle fuera, pero el modo en que Suho ha inflado su pecho—como una especie de pez globo intentando verse grande y más intimidante—lo tiene cediendo.

"Bien. Lava los vegetales. Intenta que no se quemen."

Suho pone todo su esfuerzo en meticulosamente lavar las cebollas y pimientos mientras Chanyeol preparaba el arroz y marinaba el pollo. El chico se inclina sobre Suho para tomar las toallas de papel. Está pensando sobre agregar más sal a la mezcla cuando Suho murmura, "Hueles bien. Como a café."

Chanyeol se congela con su brazo extendido frente a Suho, percatandose de cuán cerca están. Su respiración mueve el cabello en el lado de la cabeza ajena y cubre su incomodidad con un bufido diciendo, "Eso es porque pasé seis horas sirviendo café hoy."

Tied & Tangled [Suyeol][Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora